Rosario: ataques a colectivos desencadenan paro
La noche del lunes en Rosario estuvo marcada por una serie de ataques a colectivos en distintos puntos de la ciudad, dejando al menos cuatro incidentes registrados, sin heridos por fortuna. Pasadas las 23 horas, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó la suspensión del servicio urbano e interurbano para el martes como consecuencia de estos actos de violencia.
Los ataques parecían estar coordinados, ocurriendo casi simultáneamente en diferentes áreas de la ciudad. Desde un Expreso en Las Flores hasta un coche de la línea 143 en Saladillo, los incidentes no cesaron. Incluso se reportó una amenaza encontrada en el asiento trasero de un colectivo de la línea 110, así como una colectivera de la línea 126 que escuchó disparos mientras circulaba por Crespo y Virasoro.
Estos hechos violentos se suman a una serie de incidentes previos, incluyendo una amenaza escrita en un colectivo que provocó un paro en el transporte urbano durante varias horas. Además, recientemente la comunidad de colectiveros ha sufrido la pérdida de un compañero de trabajo, lo que aumenta la tensión en el gremio.
Ante la escalada de violencia, los trabajadores decidieron resguardar los colectivos en los galpones, lo que llevó a la confirmación del paro por parte de la UTA. Los pasajeros reportaron en redes sociales la ausencia de vehículos en las paradas, lo que anticipaba una medida de fuerza.
La situación se agravó con nuevos ataques, incluyendo uno a un colectivo interurbano en la autopista Rosario-Buenos Aires y otro a un vehículo de la línea 143 en Oroño y Batlle y Ordónez. Aunque no hubo heridos, los incidentes generaron preocupación y desconcierto entre los ciudadanos.
Después de una reunión entre los trabajadores del transporte y las autoridades provinciales y municipales, se acordó reanudar el servicio con la promesa de mayor seguridad tanto para los pasajeros como para los trabajadores. Se discutió la posibilidad de implementar corredores seguros, especialmente en áreas vulnerables como la Ciudad Universitaria La Siberia.
La ciudad de Rosario enfrenta así un desafío en materia de seguridad y movilidad, con la esperanza puesta en medidas efectivas para prevenir futuros actos de violencia y garantizar un transporte público seguro y funcional para todos sus habitantes.
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