Avanzando hacia la igualdad de género en STEM: ¿Cuándo alcanzaremos la meta?
La Dra. Marlene Kanga, becaria de ISC e ingeniera distinguida, examina la cuestión de la igualdad de género en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) en conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo.
En un mundo donde los asistentes digitales se han vuelto tan comunes en nuestra vida diaria, la historia de Siri, el asistente de voz femenino, revela una verdad incómoda: la necesidad apremiante de más mujeres en ciencia e ingeniería. Aunque los algoritmos han sido modificados desde aquel abril de 2019 cuando Siri respondió con sumisión de género, la persistencia de este fenómeno indica una problemática arraigada.
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La obsequiosidad y el servilismo de estos asistentes digitales reflejan cómo los sesgos de género se han infiltrado en nuestra vida cotidiana, a menudo sin que nos demos cuenta.
La urgencia de aumentar la participación femenina en STEM es cada vez más evidente. En marzo de 2023, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU convocó la CSW67 (2023) para discutir el tema prioritario “Innovación y cambio tecnológico, y educación en la era digital para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas”. Esta temática no podría ser más relevante ni crucial.
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Según la UNESCO, las mujeres y niñas tienen menos probabilidades que los hombres de dominar habilidades tecnológicas básicas, programación informática o solicitar patentes tecnológicas. Esta brecha digital se hace evidente en un momento en que la tecnología impregna todos los aspectos de nuestras vidas.
La evaluación de la ONU sobre el progreso hacia el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5: Igualdad de Género, señala que se requerirán casi 300 años para lograr la paridad de género. La participación femenina en la fuerza laboral, especialmente en áreas STEM, sigue siendo insuficiente.
Aunque las mujeres ocupan solo el 20 % de los puestos de trabajo en STEM y representan solo el 16.5 % de los inventores asociados con patentes, su participación es vital para abordar los desafíos globales.
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Los obstáculos para las mujeres en STEM son múltiples y complejos. Las normas sociales, la falta de modelos a seguir y la carencia de apoyo institucional son solo algunos de los desafíos que enfrentan. Sin embargo, iniciativas como el Programa Elevate en Australia están trabajando para cambiar esta realidad.
El Programa Elevate, financiado por el Gobierno de Australia, tiene como objetivo aumentar la participación de mujeres y niñas en STEM mediante becas y programas de liderazgo. Este enfoque integral busca no solo aumentar la representación femenina en STEM, sino también fomentar su liderazgo en estos campos.
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Este proyecto, respaldado por diversas organizaciones y sectores, ejemplifica la importancia de la colaboración entre el gobierno, la industria y las universidades para cerrar la brecha de género en STEM.
