Más de 12 millones de personas afectadas por la desigualdad en el acceso a productos de higiene menstrual
En Argentina, más de 12 millones de personas enfrentan la menstruación, pero la disparidad en el acceso a productos es evidente. En vísperas del Día Internacional de la Higiene Menstrual, la organización Aids Healthcare Foundation (AHF) resalta la necesidad de promover políticas públicas y aumentar la conciencia sobre esta problemática.
AFH destaca que, a nivel mundial, más de 800 millones de personas menstrúan, pero al menos 500 millones carecen de acceso a instalaciones seguras y productos sanitarios para gestionar adecuadamente sus períodos. En Argentina, la falta de políticas públicas nacionales para garantizar este acceso genera una profunda desigualdad, según advierte la organización.
Los obstáculos económicos y los tabúes sociales contribuyen a esta brecha en el acceso. La falta de acceso a baños adecuados y agua limpia agrava aún más la situación, especialmente para quienes utilizan productos reutilizables como la copa menstrual. Además, el gasto asociado con productos menstruales impacta desproporcionadamente en personas con menores ingresos, exacerbando la desigualdad económica de género ya existente.
El estigma social que rodea a la menstruación también tiene consecuencias negativas en la educación, la salud y el bienestar emocional y social de las personas menstruantes. La falta de discusión abierta sobre este tema perpetúa el tabú y dificulta la implementación de soluciones efectivas.
A pesar de estos desafíos, algunas regiones en Argentina están implementando programas para proporcionar productos de gestión menstrual de forma gratuita. En la Ciudad de Buenos Aires, Misiones, Tucumán y La Rioja, se están llevando a cabo iniciativas para garantizar el acceso equitativo a estos productos en comunidades vulnerables.
Estos esfuerzos son cruciales para abordar la brecha menstrual y garantizar que todas las personas que menstrúan puedan hacerlo con dignidad y sin restricciones económicas o sociales. Sin embargo, se necesita un compromiso continuo a nivel nacional para abordar este problema de manera integral y sostenida.
