Aumento de alimentos alcanzó 3,4% en las últimas cuatro semanas
En medio de la incertidumbre sobre el impacto de los aumentos de tarifas de electricidad y gas en la inflación de junio, los precios de alimentos y bebidas han vuelto a acelerarse. El gobierno de Javier Milei planeaba aprovechar la menor inflación en estos rubros para aumentar los servicios y demostrar una desaceleración general. Sin embargo, los precios de productos básicos en las góndolas han vuelto a subir.
“En la tercera semana de junio, la variación fue del 0,1%, aunque algunos productos subieron casi un 5%. Las categorías con mayores aumentos semanales fueron aceites, grasas y mantecas (4,9%) y lácteos (1,8%). Por otro lado, las categorías con variaciones negativas fueron pescados y mariscos (-5,2%) y otros alimentos (-2,3%), que incluyen especias, condimentos, sopas, polvo para postres, snacks, entre otros”, informa el relevamiento mensual de Analytica Consultora.
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La inflación de mayo fue del 4,2% a nivel general y del 4,8% en alimentos y bebidas no alcohólicas, un rubro que representa un 27% del total, muy por encima de las 11 divisiones restantes.
“En las primeras tres semanas de junio, registramos una variación acumulada de 1,9% en alimentos y bebidas no alcohólicas, y el promedio de cuatro semanas es de 3,4%”, detalla Analytica. Estas cifras coinciden con otros relevamientos que identifican los alimentos con mayores aumentos recientes.
Hasta la segunda semana de junio, la subida promediaba 3,6% (considerando las cuatro semanas previas) y 4,8% en el mismo período, según un informe de la consultora LCG. En esa segunda semana, la inflación se aceleró 1,5 puntos porcentuales respecto a la semana anterior.
Los mayores aumentos en la segunda semana de junio se registraron en verduras (3,9%), azúcar, miel y cacao (2,8%), bebidas (2,4%), lácteos y huevos (2,3%) y panificados (1,9%). “La segunda semana de mayo parece haber marcado un piso de desaceleración”, sostiene LCG.
Un reporte de la Fundación Capital indica que “con ajustes de precios relativos pendientes, la desinflación encontrará un freno en el tercer trimestre”. “Si bien mayo cerró en torno al 5% mensual, el menor registro desde 2022, esto ocurrió en un marco de postergación de ajustes tarifarios (-2,3 puntos) que difícilmente se mantenga por muchos meses, dado el objetivo de déficit fiscal cero de las autoridades”, advierte el estudio.
El informe añade que, “con salarios que podrían igualar a la inflación, una brecha cambiaria que podría volver a mostrar tensión, aumentos de combustibles ya acordados, posibles subas en tarifas de servicios regulados y efectos de segunda ronda, parece difícil romper el registro de inflación general del 4% mensual en el segundo semestre”.