GÉNERO

Desafíos actuales del periodismo: precariedad laboral, machismo y libertad de prensa amenazada

Opinando San Nicolás google news

El 7 de junio de 1810 marcó un hito en la historia de la prensa argentina con la fundación de “La Gazeta de Buenos Ayres” por Mariano Moreno, un primer paso hacia la libertad de expresión en tiempos de la independencia. Desde entonces, el periodismo ha sido testigo de momentos cruciales y ha sido protagonista en la construcción de la identidad nacional.

Sin embargo, el presente nos enfrenta a desafíos que, lejos de disminuir, parecen intensificarse. La precarización laboral se ha arraigado en la realidad de muchos y muchas periodistas, con el 66% de los medios careciendo de periodistas registrados bajo el régimen laboral adecuado. Esta situación no solo afecta la estabilidad económica de quienes trabajan en los medios, sino que también impacta en la calidad y diversidad de la información que llega al público.

El espectro político también ha influido en el panorama mediático, con el recrudecimiento de la extrema derecha y sus efectos en la libertad de prensa. La concentración de medios, la polarización y la falta de políticas públicas para garantizar la pluralidad informativa son solo algunas de las amenazas identificadas. La hostilidad hacia periodistas críticos por parte de ciertos sectores políticos ha generado un clima de tensión y censura que obstaculiza el ejercicio pleno del periodismo.

A estos desafíos se suma la persistente presencia del machismo en los medios de comunicación. La desigualdad de género se refleja en la baja representación de mujeres en posiciones jerárquicas y en la asignación de roles estereotipados en la cobertura informativa. La violencia de género también encuentra eco en la manera en que se abordan ciertos temas en los medios, perpetuando una cultura de la victimización y la invisibilización del agresor.

En este contexto, es fundamental reflexionar sobre el papel del periodismo en la sociedad y sobre los obstáculos que enfrentan quienes ejercen esta profesión. Solo reconociendo y enfrentando estos desafíos podremos avanzar hacia una prensa más justa, inclusiva y libre en Argentina.

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