Enfoque sobre la andropausia: más allá de la vitalidad sexual
La andropausia, aunque menos conocida que su contraparte femenina, la menopausia, marca un período significativo en la vida del hombre adulto. Según Pablo Szydlowicz, especialista en urología y andrología, este proceso implica una disminución gradual de hormonas masculinas, como la testosterona, a partir de los cuarenta años.
Los síntomas de la andropausia abarcan desde cambios en el deseo sexual y la función eréctil, hasta alteraciones emocionales como la depresión y la irritabilidad. Además, se observan efectos físicos como la pérdida de masa muscular y cambios en la composición corporal que pueden predisponer a condiciones como la resistencia a la insulina.
El estilo de vida juega un papel crucial en la moderación de estos síntomas. Según Carlos Guerra, hábitos como el ejercicio regular y una dieta balanceada pueden amortiguar el impacto de la andropausia. Además, la salud mental cobra relevancia, ya que el apoyo terapéutico puede ayudar a manejar los cambios emocionales.
A pesar de la existencia de la Terapia de Reemplazo de Testosterona (TRT), que puede aliviar los síntomas, Mauro Carrillo advierte sobre sus riesgos y la necesidad de una supervisión médica adecuada para evitar efectos secundarios graves.
La invisibilidad de la andropausia, argumenta Szydlowicz, radica en los tabúes asociados a la masculinidad y la vitalidad sexual masculina. Este fenómeno biológico gradual ha recibido menos atención médica y social en comparación con la menopausia femenina, a pesar de su impacto en la salud y el bienestar masculino.
A medida que evolucionan las percepciones sociales y la conciencia sobre la salud masculina, Guerra sugiere que las nuevas generaciones están mostrando una mayor disposición a enfrentar y comprender la andropausia. Reconocerla como parte natural del envejecimiento es fundamental para fomentar un enfoque preventivo y de cuidado integral entre los hombres.
