Feministas unidas contra el retroceso del estado patriarcal

La jornada de protesta convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado del Ministerio de Géneros y Diversidades se llevó a cabo ayer, congregando a diversos sectores de la sociedad, incluyendo sindicatos, movimientos políticos y sociales, así como activistas feministas y transfeministas. El motivo principal de esta movilización fue expresar el rechazo al cierre del Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad, destacando las políticas de ajuste, vaciamiento y despidos que impactan en este ámbito.

Elizabeth Gómez Alcorta, reconocida abogada especializada en derechos humanos y exministra de Mujeres durante el gobierno anterior, enfatizó la importancia de defender este Ministerio surgido del feminismo popular, recordando que las conquistas en materia de derechos no fueron regaladas, sino producto de la lucha constante. Entre los participantes, se destacaron banderas LGBTQI+ y whipalas, honrando a referentes como Lohana Berkins y Diana Sacayán.

Durante las exposiciones, se abordó la preocupación por el resurgimiento de un neofascismo patriarcal que coloca a las mujeres y diversidades como enemigas principales. Se subrayó la necesidad de garantizar la continuidad de las políticas de igualdad de género más allá de los cambios de gobierno, así como de desafiar la estigmatización de los trabajadores del sector público como “ñoquis”.

La delegada Marina Bruceras y la trabajadora Esther Lombardi compartieron testimonios sobre las consecuencias del desmantelamiento del Ministerio, alertando sobre el riesgo de un aumento de los crímenes de odio y la desprotección de las víctimas de violencia de género. También se destacó el impacto económico y social de esta medida, especialmente en un contexto de crisis y recesión que afecta desproporcionadamente a las mujeres y diversidades.

El plan de acción acordado incluye movilizaciones, campañas de visibilización y estrategias de resistencia frente a la Ley Bases, evidenciando la determinación de las feministas y trabajadoras en la defensa de sus derechos. En palabras de Bruceras, más allá del agotamiento, estas acciones representan un abrazo de los feminismos y una fuente de fuerza para seguir adelante en la lucha por la igualdad y la justicia.