Propuesta de la UE para combatir la pedofilia en plataformas de mensajería: ¿Hacia dónde va la privacidad?

El Consejo de la Unión Europea ha presentado una iniciativa para permitir el escaneo de contenido en aplicaciones de mensajería como WhatsApp en busca de material relacionado con abusos infantiles. A pesar de haber sido propuesta a finales de 2023, la medida no ha sido aprobada debido a la falta de consenso entre los estados miembros.

Según fuentes de la UE citadas por ABC, “no se alcanzó la mayoría cualificada requerida”, postergando así la implementación de esta legislación que sigue siendo prioritaria para el Consejo. El objetivo es iniciar negociaciones con el Parlamento Europeo para avanzar en este tema sensible.

El proyecto de ley propone que proveedores de servicios en internet, incluyendo gigantes como Google y TikTok, implementen tecnologías de escaneo para identificar y eliminar de manera selectiva contenido ilegal vinculado al abuso infantil. Esto incluiría aplicaciones con cifrado de extremo a extremo como WhatsApp, donde se realizaría un escaneo bajo mandato judicial o autorización nacional, buscando mensajes, imágenes, videos u otros archivos relacionados.

WhatsApp, conocido por su política de tolerancia cero hacia la explotación infantil, se enfrenta a desafíos únicos debido a su cifrado, que garantiza la privacidad al limitar el acceso incluso para la propia plataforma. Como resultado, la detección de contenido ilegal depende principalmente de los reportes de los usuarios, quienes pueden alertar sobre mensajes sospechosos. En respuesta, WhatsApp puede revisar los últimos cinco mensajes del chat denunciado para tomar medidas apropiadas.

Este enfoque busca equilibrar la protección de la privacidad de los usuarios con la necesidad de combatir el abuso infantil en línea. Sin embargo, la eficacia de estas medidas depende en gran medida de la colaboración de los usuarios y las capacidades tecnológicas de las plataformas para implementar escaneos selectivos sin comprometer la privacidad más allá de lo necesario.

A medida que este debate continúe, el desafío será encontrar un equilibrio adecuado entre la protección de los derechos individuales y la seguridad pública, asegurando al mismo tiempo que las medidas implementadas sean efectivas y éticamente justificables en la lucha contra el abuso infantil en línea.