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Retomando la intimidad tras el parto: aspectos físicos y emocionales clave

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El posparto es una etapa llena de cambios significativos que abarcan desde lo físico hasta lo emocional. Estos cambios incluyen alteraciones hormonales, modificaciones en el suelo pélvico, variaciones en la autoimagen, temores y presiones sociales, así como cambios en las dinámicas interpersonales con la pareja, la familia y las amistades. Todos estos factores impactan la forma en que las mujeres puérperas actúan, piensan y sienten.

La recuperación de la vida sexual

Una de las cuestiones que surgen durante el posparto es cómo retomar la actividad sexual. Preguntas como “¿cuándo es el momento adecuado?”, “¿cómo hacerlo?” y “¿estoy realmente lista?” son comunes. Muchas veces, estas preguntas no se abordan lo suficiente en las consultas médicas postparto, no tanto por tabú, sino debido a que otras prioridades médicas del embarazo y parto toman precedencia.

Las mujeres suelen enfocarse en prepararse para el parto, dejando de lado aspectos subjetivos y sexuales hasta que estos se presentan de manera inevitable.

Factores físicos

El cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios físicos que requieren tiempo para recuperarse. Después del parto, las hormonas sexuales gradualmente retornan a los niveles previos al embarazo, con excepción de la prolactina y la oxitocina, esenciales para la lactancia y el apego.

La recuperación física varía: las mujeres que han tenido cesárea suelen recuperarse más rápido en comparación con aquellas que han tenido un parto vaginal con episiotomía, donde la recuperación de los tejidos puede ser más lenta y dolorosa.

Médicamente, se estima que la recuperación hormonal y de los tejidos toma alrededor de seis semanas. Sin embargo, este tiempo de recuperación física no siempre coincide con la disposición interna de la mujer para retomar la vida sexual.

Factores emocionales

Investigaciones indican que, aunque un 90% de las mujeres reanudan las relaciones sexuales a las seis semanas del parto, un 64% reporta que estas no son tan satisfactorias como antes del nacimiento del bebé.

Durante las 18 semanas posteriores al parto, se observa una disminución del 21% en la actividad sexual en comparación con el periodo anterior al embarazo. La autoimagen postparto, afectada por cambios corporales, la percepción de atractivo, y el dolor, está estrechamente relacionada con la relación que la mujer tenía con su cuerpo antes del embarazo. Factores como el insomnio, la alimentación del bebé y el apoyo emocional de la pareja también juegan un rol crucial.

La relación de pareja

Aunque las recomendaciones médicas son importantes, deben alinearse con el sentir de la mujer y los acuerdos con su pareja. Las mujeres que han tenido una relación positiva con su propia sexualidad suelen enfrentar mejor el posparto, mientras que aquellas con conflictos y presiones enfrentan mayores dificultades.

Síntomas comunes en este periodo incluyen dolor durante el coito (dispareunia) y bajo deseo sexual. Buscar alternativas de intimidad que no incluyan la penetración puede ayudar a recuperar el contacto físico, reducir la ansiedad y estimular el deseo sexual.

Cada pareja debe encontrar su propio ritmo para retomar la vida sexual sin presiones externas, teniendo en cuenta que existe un tiempo orgánico de recuperación (aproximadamente entre 4 y 6 semanas) y que el deseo y la satisfacción sexual dependerán en gran medida de cómo se apoyen mutuamente durante esta etapa tan especial.

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