El Gobierno recortó drásticamente el apoyo a comedores populares, profundizando la crisis social
La gestión de Javier Milei continúa implementando medidas de austeridad que impactan severamente en los sectores más vulnerables. Datos recientes de la Oficina de Presupuesto del Congreso revelan que durante el primer semestre del año, las transferencias hacia comedores y merenderos comunitarios han sufrido un recorte descomunal del 99,1%. Este drástico ajuste no solo refleja una política de Estado que agrava el hambre, sino que también muestra una planificación deliberada hacia la pauperización social.
El desempleo sigue en aumento, correlacionado con una disminución del 16,6% en las contribuciones patronales y del 19,2% en los aportes personales en comparación con el mismo período del año anterior. La población enfrenta una caída del poder adquisitivo significativa, afectando directamente la capacidad de las familias para acceder a alimentos básicos.
Además, el gobierno ha reducido drásticamente la inversión en obras públicas y programas sociales clave, como el Potencia Trabajo, dejando a los sectores más vulnerables aún más desprotegidos. Esta estrategia de recortes masivos se ha extendido también a las transferencias hacia provincias y municipios, utilizando la asfixia financiera como herramienta de negociación política.
