INTERÉS GENERAL

La clase media se siente cada vez más empobrecida a medida que se acercan las elecciones

El reciente retroceso de 15 puntos en el nivel de confianza en el gobierno, según el índice de la Universidad Torcuato Di Tella, se vincula directamente con los efectos socioeconómicos que afectan a la ciudadanía y las proyecciones electorales hacia 2025.

El consultor Javier Pianta señala que “la falta de recuperación del poder adquisitivo y la recesión son predictores de mal desempeño electoral, independientemente de la competencia política”. Este escenario refleja cómo las tendencias de opinión pública se construyen a mediano y largo plazo sobre resultados económicos que, en la actualidad, están en desacuerdo con las expectativas de bienestar que normalmente generan una imagen positiva del gobierno, niveles altos de aprobación e intención de voto.

Es importante destacar que no hay una separación entre electores y consumidores; en realidad, ambos roles pertenecen a una misma comunidad que consume y vota, lo que implica que hay una conexión significativa entre sus comportamientos.

LA PRESIÓN ECONÓMICA EN LOS HOGARES

Las medidas de ajuste están afectando de manera contundente a las economías de los hogares, lo que influye en la autopercepción de clase social de los electores. Según una encuesta nacional realizada en agosto por Opinion Lab, el 36% de los encuestados se identificó como de clase baja, un aumento notable comparado con el 18% del año anterior. Asimismo, un 38% se reconoció como de clase baja, y un 21% se consideró de clase media, cifras que contrastan con los datos de hace un año, donde la percepción de clase media era el doble.

El informe también indica que casi un tercio de aquellos que se percibían como de clase media alta en 2023 se mantienen en esa percepción, mientras que cerca del 40% siente que ha descendido un escalón hacia la clase media. De los que se veían como clase media baja, el 50% opina que ha bajado un peldaño, y solo un 6% afirma haber mejorado.

RESULTADOS DE LAS ENCUESTAS Y TENDENCIAS SOCIALES

En términos generales, las encuestas muestran un patrón creciente de deterioro socioeconómico. Según Haime & Asociados, la autopercepción de clase alta disminuyó en 1,3 puntos porcentuales respecto a 2022, mientras que la de clase media cayó 10,4 puntos y la de clase media baja descendió 5,1 puntos. En contraposición, el porcentaje de quienes se identifican como de clase baja creció casi 17 puntos en el mismo período.

Una encuesta de Pulso Research realizada en agosto reveló que solo un 0,7% se considera de clase alta, el 27,5% se identifica como de clase media, casi un 39% como de media baja y el 28,5% como de baja. Este panorama de empobrecimiento se ha agravado en un contexto ya desfavorable en 2023.

Con respecto a la pobreza, un 45,2% de los argentinos considera que el aumento en los últimos meses será permanente, frente al 41% que mantiene la esperanza de que sea temporal. La situación ha alcanzado niveles críticos, con un 32% de los encuestados indicando que no llegan a fin de mes, cifra que se incrementa a casi 68% si se incluyen aquellos que deben recortar gastos.

Finalmente, según Haime, cerca de la mitad de las familias apenas cubren sus gastos con sus ingresos, y un 30% no logra cubrirlos. A su vez, más de la mitad de la población opina que las medidas adoptadas por Milei no serán efectivas frente al empobrecimiento, mientras que solo un 8% cree que evitarán un empeoramiento de la situación.

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