Desatención en Hospital San Felipe: la sombra de la ineficiencia
La situación del Hospital San Felipe en San Nicolás se torna crítica, evidenciada por la falta de insumos y la desatención que sufren los pacientes. A través del caso de Ana Delgado, una mujer de 38 años sin obra social, se expone un sistema de salud en crisis, donde las carencias afectan no solo el bienestar físico de los pacientes, sino también su dignidad y derechos fundamentales.
El caso de Ana Delgado, una paciente de 38 años sin obra social, muestra la difícil situación en el Hospital San Felipe de San Nicolás, donde la desatención en el Hospital San Felipe (HSF) se hace evidente. Ana ha requerido atención médica urgente en varias ocasiones por diagnósticos graves como colecistitis y pancreatitis. Los médicos han recomendado una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) debido a un pseudoquiste pancreático y múltiples cálculos biliares que ponen en riesgo su salud. Sin embargo, el hospital no dispone del stent necesario para el procedimiento, un insumo de $4.050.000 que Ana no puede costear por su cuenta.
Desatención en hospital San Felipe: un problema urgente que afecta a los pacientes
Ana enfrenta una espera indefinida mientras intenta reunir fondos para el stent y otros materiales esenciales para su tratamiento. Sin obra social ni recursos, su vida depende de un hospital con carencias continuas en insumos básicos. Este caso va más allá de la historia personal de Ana y evidencia un sistema de salud desbordado y al borde del colapso.
Problemas estructurales y falta de recursos: la crisis en el San Felipe
La precariedad en el Hospital San Felipe alcanza distintos aspectos esenciales de atención médica y mantenimiento. Además de la falta de insumos para procedimientos críticos, los recursos básicos, como agua caliente y elementos de higiene, también están ausentes. Las salas de internación sufren problemas de mantenimiento graves: sin agua caliente en los baños, las enfermeras llevan baldes de agua calentada en ollas para que los pacientes puedan asearse, debido a la rotura de la caldera que lleva meses sin solucionarse. Esta precariedad en un hospital público afecta la dignidad y el bienestar de los pacientes.
Los baños de las habitaciones presentan condiciones de descuido, con fugas de agua y suciedad acumulada, incluyendo telarañas en los techos. Estas condiciones no solo son indignas, sino que también exponen a los pacientes a riesgos de salud en un lugar que debería ser seguro y apto para la recuperación.
Falta de insumos para cargas virales de HIV y Hepatitis: una emergencia postergada
La escasez de recursos en el hospital también afecta la realización de pruebas de carga viral para pacientes con HIV y hepatitis, un procedimiento vital para el seguimiento de estos cuadros. Según fuentes médicas consultadas, las cargas virales no podrán realizarse hasta, al menos, diciembre, ya que faltan los insumos necesarios, que deben ser provistos por la provincia. Esta carencia priva a muchos pacientes de un seguimiento adecuado de su salud, exponiéndolos a complicaciones que podrían ser evitadas. La falta de insumos demuestra una gestión deficiente que posterga las necesidades urgentes de los pacientes.
Atención inaccesible: Largas colas y falta de respuesta en el sistema de turnos
Conseguir un turno en el Hospital San Felipe también representa un desafío. Los pacientes de San Nicolás deben hacer largas colas desde la madrugada para obtener un turno. Recientemente, el hospital anunció un sistema de turnos por WhatsApp, ampliamente publicitado en redes sociales y medios de comunicación de la ciudad. Sin embargo, el 29 de octubre, quienes intentaron solicitar un turno por esta vía recibieron el siguiente mensaje automático: “Por problemas de sistema no se responderán mensajes hasta nuevo aviso”.
Este tipo de respuestas parece ser una excusa para ocultar una verdadera falta de recursos humanos para gestionar los turnos. WhatsApp es una plataforma de mensajería ampliamente utilizada que no suele presentar dificultades técnicas para recibir mensajes, lo cual lleva a dudar de la veracidad de los “problemas de sistema” que alega el hospital. Todo indica que los pacientes vuelven a quedar sin opciones para acceder a la atención que necesitan.
Exposición de niños a enfermedades en la sala de espera de pediatría
La organización en la sala de espera de pediatría del nosocomio local representa otro riesgo para la salud de los pacientes. En este espacio, bebés y niños enfermos comparten el mismo ambiente que quienes solo van a obtener un turno, exponiéndose mutuamente a contagios de diversas enfermedades. Esta mezcla de personas en un espacio reducido genera una alta probabilidad de contagio, especialmente entre los niños ya enfermos que esperan en la misma área que otros visitantes. La falta de planificación y gestión adecuada en el hospital pone en riesgo la salud de los más vulnerables.
Costos inalcanzables para procedimientos urgentes: el caso de Ana y el precio de los insumos médicos
El caso de Ana Delgado también está marcado por el costo elevado de los insumos médicos que necesita. Para el procedimiento CPRE, Ana requiere un stent específico cuyo valor asciende a $4.050.000, una suma inalcanzable para una persona sin obra social ni recursos. Obligada a depender de donaciones, su vida queda a la espera en un contexto donde el sistema de salud debería brindar estas herramientas a quienes no pueden costearlas.
Este caso evidencia la falta de cobertura sanitaria para sectores de bajos recursos, generando preguntas sobre el manejo de fondos y la capacidad de respuesta de la provincia. Para Ana y otros pacientes en condiciones similares, la salud se convierte en un lujo inalcanzable, siendo necesario que las autoridades revisen las prioridades y el presupuesto destinado al sistema público de salud.
Un personal médico que sobresale en medio de la adversidad
A pesar de estas condiciones, el personal médico y de enfermería del hospital continúa esforzándose por ofrecer una atención de calidad a los pacientes, a pesar de la cantidad limitada de recursos. Médicos y enfermeras mantienen su compromiso profesional y su dedicación a la salud de los nicoleños, en contraste con la deficiente gestión y provisión de recursos por parte de la administración provincial.
Sin embargo, en el área de asignación de turnos, el nivel de atención y organización no se alinea con el esfuerzo del personal médico, generando una desconexión que afecta directamente a los pacientes desde el primer momento en que intentan acceder al sistema.
Una llamada de atención a la administración y a la Provincia
La comunidad de San Nicolás aporta impuestos a la provincia de Buenos Aires y espera que estos recursos se reflejen en un sistema de salud que satisfaga sus necesidades. No obstante, las deficiencias en el Hospital San Felipe muestran un incumplimiento grave de esta expectativa, planteando la necesidad urgente de revisar el destino de estos fondos. La falta de mantenimiento, la escasez de insumos y la imposibilidad de realizar procedimientos básicos y especializados reflejan una desatención alarmante hacia la salud de los ciudadanos.
Casos como el de Ana Delgado no deberían ser la norma en un sistema que busca garantizar la salud pública. Es fundamental que las autoridades provinciales intervengan para asegurar que los impuestos de los contribuyentes se destinen a mejorar la infraestructura, los insumos y la atención en los hospitales públicos de la región. La desatención en el Hospital San Felipe es un llamado urgente a la acción que no puede seguir ignorándose.
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