TECNO-VIRAL

El futuro autónomo del automóvil: entre la conducción humana y la tecnología

Jensen Huang, CEO y cofundador de NVIDIA, visualiza un futuro donde los vehículos son inevitablemente autónomos. Esta tecnología se extenderá desde los modelos más lujosos hasta los más accesibles. Así como hoy los airbags y frenos ABS son estándar, los coches del mañana vendrán equipados para transportarnos a cualquier destino sin necesidad de que conduzcamos.

Este futuro ya asoma en algunas ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Phoenix y Austin, en Estados Unidos, así como en varias ciudades chinas. Los servicios de robotaxis, disponibles mediante aplicaciones, están limitados a zonas y horarios específicos y a menudo cuentan con operadores remotos que pueden intervenir en situaciones imprevistas.

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El fundador y CEO de NVIDIA, Jensen Huang, junto a su vehículo autónomo eléctrico de Zoox, una empresa de Amazon

El concepto de vehículos autónomos no es nuevo; ya en 1939, General Motors presentó un modelo de ciudad futurista donde autos eléctricos eran guiados por control remoto. Este diseño, ideado por el industrial Norman Bel Geddes, ha comenzado a hacerse realidad gracias a avances en sensores y inteligencia artificial.

Un taxi autónomo de Waymo en San Francisco

Investigaciones recientes sugieren que los vehículos autónomos son más seguros que los conducidos por humanos. Los robotaxis de Waymo, de Alphabet, han recorrido más de 35.4 millones de kilómetros, mostrando un notable descenso en accidentes en comparación con conductores humanos: un 84% menos de accidentes con airbags, un 73% menos de accidentes con lesiones y un 48% menos de reportes policiales.

La evolución hacia el vehículo autónomo se ha construido lentamente a través de innovaciones en tecnologías de asistencia al conductor. Mercedes-Benz y BMW han sido pioneros en esto, introduciendo sistemas como el control de crucero adaptativo y el Steering Assist. Recientemente, tecnologías de estacionamiento automatizado y detección de obstáculos han sentado las bases para una mayor automatización.

Fabricantes como Tesla y General Motors han llevado estas tecnologías aún más lejos con sus sistemas Autopilot y Super Cruise, que permiten una conducción semiautónoma, aunque requieren la supervisión activa del conductor.

Cybercab, el vehículo autónomo de Tesla que no tiene volante ni pedales

La Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) clasifica la automatización vehicular en seis niveles, desde la ausencia total de asistencia (Nivel 0) hasta la conducción completamente autónoma (Nivel 5). Ningún vehículo actual ha alcanzado el nivel 5, que implicaría poder operar en cualquier situación y entorno sin intervención humana.

La diferencia entre los niveles 4 y 5 es crucial: el primero opera sin intervención del conductor bajo condiciones específicas, mientras que el segundo puede manejar cualquier circunstancia, desde caminos pavimentados hasta terrenos difíciles y condiciones climáticas adversas. Esta tecnología aún no es viable económicamente, pero los vehículos de nivel 4 ya están en funcionamiento como robotaxis.

El curioso interior de Cybercab de Tesla

Tesla ha presentado el Cybercab, un prototipo que carece de volante y pedales, representando un cambio radical en la concepción del automóvil. Aunque su producción no comenzará hasta 2027, plantea interrogantes sobre las regulaciones futuras.

A medida que los datos sobre la seguridad de los vehículos autónomos se consolidan, es posible que las regulaciones cambien para restringir la conducción humana en ciertos contextos. Esto podría redefinir las normas de movilidad y seguridad vial, llevando a un escenario que muchos consideran distópico. Para los entusiastas de la conducción, esto podría significar una pérdida de la libertad y el placer que proporciona manejar.

Lucas Abriata, economista y crítico automotriz, sostiene que los vehículos autónomos estarán presentes masivamente en los próximos cinco o diez años en Estados Unidos y Europa, aunque no ve inminente la prohibición de la conducción humana. Explica que, aunque los vehículos completamente autónomos puedan ser lanzados, los automóviles más viejos seguirán en circulación, lo que complicaría una prohibición.

Vehículo sin conductor humano al volante, una imagen cada vez más común

Abriata compara esta transición con la llegada del automóvil, que comenzó a masificarse en el siglo XX, mientras que las leyes que prohibieron los caballos en vías públicas surgieron décadas después. Considera que la posibilidad de perder la libertad de decidir cuándo y dónde ir con un vehículo autónomo es un aspecto que merece atención.

Aunque Abriata no cree que la prohibición de la conducción sea inminente, sí resalta la importancia de reflexionar sobre la libertad que implica conducir frente a la automatización. La conversación sobre la independencia en el uso del automóvil está apenas comenzando, y el futuro de la movilidad presenta tanto desafíos como oportunidades.

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