Crisis laboral en San Nicolás por importaciones de acero
La apertura a las importaciones de acero desde China y Brasil genera una crisis en la planta de Ternium en San Nicolás. La UOM alerta sobre la pérdida de empleos y critica la falta de políticas de protección para la industria nacional.
La crisis laboral en San Nicolás debido a la importación de acero desde Brasil y China está afectando gravemente a la planta de Ternium, ubicada en la región. Este escenario amenaza cientos de puestos de trabajo y expone la vulnerabilidad de la industria nacional frente a productos extranjeros a precios más bajos. La falta de políticas de protección para la industria argentina deja a los trabajadores de San Nicolás en una situación cada vez más incierta.
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de San Nicolás ha lanzado un mensaje claro: si continúan las importaciones a precios bajos, la industria local perderá terreno y dejará a miles de trabajadores sin empleo. “La competencia es desleal. El acero chino llega subsidiado, lo cual genera condiciones que no podemos igualar,” sostuvo Edgardo Holstein, secretario adjunto de la UOM en San Nicolás.
Despidos y reducción de producción en Ternium
En respuesta a la presión de los productos importados, Ternium decidió ajustar su planta ubicada en Ramallo, donde emplea a numerosos trabajadores de San Nicolás. La empresa planea reducir sus costos en un 15%, lo cual significa recortes de personal, retiros voluntarios y la no renovación de contratos.
Aunque cien trabajadores ya estaban preparados para incorporarse, Ternium suspendió esas contrataciones. La UOM advierte que la medida no solo afecta a empleados directos, sino también a proveedores y empresas de servicios dependientes de la actividad de Ternium.
Falta de políticas de protección a la industria nacional
La apertura a las importaciones impacta directamente en la competitividad de la producción argentina. Ante esta situación, Paolo Rocca, CEO de Techint, pidió al Gobierno que tome medidas para proteger a la industria local. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, rechazó esta solicitud y aseguró que el país seguirá abierto al comercio exterior.
Desde la UOM y otros sectores de la industria denuncian que la política de apertura comercial del Gobierno debilita a la economía local. “Mientras otros países protegen sus industrias estratégicas, en Argentina permitimos la entrada de productos extranjeros que ponen en riesgo a nuestra industria,” criticó Holstein.
Caída en la producción y el empleo
Con el ingreso de productos importados, Ternium ha reducido su producción a 150.000 toneladas mensuales, cuando su capacidad normal es de 185.000 a 190.000 toneladas. Esta medida no responde a una falta de capacidad, sino a la competencia desleal en el mercado nacional. En los primeros nueve meses de 2024, la producción de acero en Argentina cayó un 28% en comparación con el mismo periodo de 2023, afectando también la producción de chapas y otros productos nacionales.
Para los trabajadores, este ajuste significa precarización y un futuro incierto. La UOM advierte que, si el Gobierno no frena el ingreso de acero importado, el impacto será devastador no solo en San Nicolás, sino en toda la industria siderúrgica.
Argentina en peligro de perder su industria siderúrgica
La importación de acero no solo pone en riesgo los empleos, sino también la autonomía productiva de Argentina. El ingreso de productos que podrían fabricarse en el país plantea un interrogante sobre la sostenibilidad de la industria. ¿Es razonable que Argentina permita el ingreso de acero extranjero mientras su industria local se encuentra en crisis?
Desde la UOM y otros sectores exigen al Gobierno que reconsidere su política de importación y adopte medidas para proteger la producción nacional. Las decisiones de ajuste en Ternium podrían ser solo el comienzo de una crisis mayor si no se toman acciones concretas. La pregunta es: ¿quién asumirá la responsabilidad cuando la industria argentina pierda competitividad de forma irreversible?
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