San Nicolás: la violencia que no cesa, cinco homicidios en 2024
San Nicolás enfrenta un año crítico con cinco homicidios registrados en 2024. Las víctimas incluyen jóvenes, niños y mujeres, mientras la violencia y la falta de políticas preventivas desnudan una problemática estructural que demanda respuestas urgentes.
En lo que va del año, San Nicolás contabiliza cinco homicidios dolosos, una cifra que, aunque menor a los diez asesinatos de 2022, supera los registros de 2023 y evidencia una preocupante normalización de la violencia. Detrás de cada número hay rostros, historias y una comunidad atrapada entre la desidia y el miedo.
La violencia joven: cuando las víctimas y victimarios comparten generación
El doble homicidio de Genaro Sandobal (16) y Cristian Monsalves (20), ocurrido en noviembre, simboliza la brutalidad que involucra a las juventudes de la ciudad. Ambos murieron por el disparo de un menor de 17 años, quien, junto a un cómplice de 16, utilizó una pistola Magnum .357 para resolver un altercado en la costanera. Las imágenes de seguridad muestran una violencia descarnada: una discusión que culmina con un disparo certero que atraviesa los cuerpos de las víctimas.
Este caso no solo habla de crímenes, sino de un sistema que permite que adolescentes accedan a armas de guerra y sigan patrones de conductas criminales. ¿Qué lugar ocupa la educación, el acompañamiento y la prevención en un contexto donde la violencia se hereda como un destino?
Noah Romero: la infancia como blanco de la indiferencia
Noah Emir Romero, de apenas 3 años, jugaba en la puerta de su casa en octubre cuando una bala le arrebató la vida. Los disparos no estaban dirigidos a él, sino a Marcos Pino, un hombre con antecedentes que resultó herido pero sobrevivió. Sin embargo, las consecuencias de viejos rencores entre los atacantes, conocidos como David y Leonel Gaetán, dejaron a una familia rota y a una sociedad indignada.
Este crimen deja al descubierto otro flagelo: la indiferencia de los responsables hacia la vida de los más vulnerables. La muerte de Noah no es solo un número más, sino un grito urgente que exige cambios profundos en las políticas de seguridad y justicia.
El femicidio que marcó un septiembre oscuro
Florencia Comas, de 27 años, desapareció una mañana tras llevar a su hija al jardín. Un día después, su cuerpo fue encontrado envuelto en un descampado, asesinado por asfixia. Jonathan Latapie, el único imputado, convivió con la comunidad hipoacúsica a la que pertenecían ambos y, tras el crimen, tuvo la frialdad de participar en las movilizaciones que pedían justicia por ella.
El caso resalta la impunidad con la que los femicidios siguen ocurriendo en la región. Pese a leyes y campañas, las mujeres continúan desprotegidas ante un sistema que no previene ni actúa a tiempo.
Barrio San Jorge: la disputa que terminó en tragedia
El primer homicidio de 2024 ocurrió en marzo, cuando una disputa histórica entre dos familias del barrio San Jorge culminó en la muerte de Ignacio Franco. Nicolás Vega, armado, le disparó al pecho en plena calle. La represalia no se hizo esperar: el hijo de Franco hirió a otro involucrado en la pelea con seis balazos.
Este incidente ilustra una realidad enquistada en las zonas más vulnerables: los conflictos se resuelven con armas, mientras el Estado brilla por su ausencia.
Reflexión crítica: San Nicolás pide respuestas
Con cinco homicidios en un solo año, San Nicolás enfrenta un panorama alarmante. La falta de políticas preventivas, el fácil acceso a armas y una justicia sobrecargada o ausente crean un caldo de cultivo perfecto para la violencia. Los casos aquí narrados no solo reflejan hechos aislados, sino un problema estructural que necesita abordarse con urgencia.
Mientras las víctimas siguen sumando nombres y edades, la pregunta sigue siendo la misma: ¿cuánto más debe soportar la ciudad para que algo cambie?
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