El Presidente y su Ministro de Desregulación apuntan a Axel Kicillof en medio de la interna del PJ

La tensión en el Partido Justicialista sigue aumentando, y ahora se suma una nueva batalla en la Legislatura bonaerense, donde el Presupuesto y el endeudamiento solicitado por Axel Kicillof aún no tienen la aprobación que necesita. En este contexto, desde la Casa Rosada se ha decidido subir al gobernador al “ring electoral” para enfrentarlo en las próximas elecciones. Aunque Cristina Fernández suele ser el objetivo principal de las críticas, esta vez las miradas se centraron en Kicillof, a quien consideran una figura opuesta a las propuestas económicas libertarias.

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Javier Milei fue el primero en lanzar un ataque, tildando a Kicillof de “mal inversor”. En una conversación con Alejandro Fantino, el presidente comparó al gobernador con el economista británico John Maynard Keynes, destacando que las políticas del gobernador son contrarias a las ideas del líder libertario. Milei aprovechó para señalar que, al igual que Keynes, Kicillof también había fracasado en sus inversiones, mencionando de manera irónica que el gobernador había tenido un bar en Palermo en 2001 que terminó en quiebra.

“El tipo (Keynes) se dedicaba a hacer inversiones y era chotisimo. Al punto que quebró. Se queda sin plata”, comentó Milei, comparando el caso con el de Kicillof. “Tenía un bar en Palermo y quebró. Te venden entonces que era un gran inversor y todo eso es una mentira también”, agregó.

Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación del Estado, también se sumó a las críticas, anticipando que las elecciones legislativas de 2025 representarán una batalla entre dos modelos económicos. “¿Vos querés más impuestos y más gasto o querés menos impuestos y menos gasto?”, planteó el ministro, resaltando la dicotomía entre el modelo de Kicillof, que promueve mayor gasto público, y el enfoque del gobierno de Milei, que aboga por una reducción del gasto para permitir una baja de impuestos.

Sturzenegger destacó que la propuesta del Presidente de reducir el tamaño del Estado y devolver al sector privado la capacidad de gasto ha dado frutos, señalando que la baja del gasto público permitió una disminución de la inflación y un aumento en la capacidad de gasto privado, lo que calificó como “una bestialidad”.

Según Sturzenegger, el futuro de la provincia de Buenos Aires y el país dependerá de la decisión entre estos dos modelos: uno que promueve más intervención estatal y otro que busca reducir impuestos a través de un Estado más pequeño. “Kicillof quiere subir el gasto, va a tener que subir impuestos”, sentenció el ministro, resaltando la diferencia entre las propuestas económicas de ambos bandos.

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