Menos mosquitos este verano: qué explican los expertos y qué se espera tras las lluvias
En Argentina, se han identificado más de 240 especies de mosquitos, aunque solo algunas representan un riesgo para la salud pública al transmitir enfermedades como el dengue, Zika o chikunguña. Este verano, en áreas como Buenos Aires y el AMBA, se observa una disminución en la cantidad de mosquitos en comparación con años anteriores.
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La doctora Sylvia Fischer, del Conicet y la UBA, señaló que la baja presencia de Aedes albifasciatus, conocido como “mosquito de inundación”, es una de las razones principales de esta percepción. “Este verano no se está produciendo la invasión que se registró el año pasado”, explicó Fischer. Esta especie, reconocida por su agresividad y abundancia, prolifera tras lluvias que generan charcos y anegamientos. Sin embargo, las bajas precipitaciones recientes parecen haber limitado su desarrollo.
Por otro lado, el Aedes aegypti, principal vector del dengue, mantiene niveles habituales. Según Gabriel Battistella, subsecretario del Ministerio de Salud porteño, “las 220 ovitrampas colocadas en la ciudad de Buenos Aires tienen el mismo nivel de positividad que el año pasado”. Este mosquito, menos dependiente de las lluvias, utiliza recipientes con agua acumulada para reproducirse, lo que refuerza la importancia de eliminar posibles criaderos.
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Victoria Micieli, también investigadora del Conicet, explicó que las condiciones climáticas y las acciones humanas tienen un impacto significativo en la proliferación de estas especies. “Los humanos contribuyen al suministro de agua en recipientes, asegurando la supervivencia del Aedes aegypti incluso en condiciones secas”, señaló.
El Aedes aegypti, que se ha expandido hacia el sur del país, protagonizó la mayor epidemia de dengue registrada en Argentina durante la temporada pasada, con 419 fallecimientos. Este mosquito, de menos de un centímetro y distinguido por sus rayas blancas en patas y cuerpo, incrementa su actividad en febrero y marzo, cuando suelen aparecer brotes.
Para prevenir su proliferación, expertos recomiendan limpiar recipientes que acumulen agua, desechar aquellos en desuso, destapar canaletas y mantener neumáticos perforados o eliminados. Estas acciones son esenciales para reducir el riesgo de criaderos y evitar futuras epidemias.
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