El miedo a la inteligencia artificial: la teoría científica que lo explica
La inteligencia artificial genera cierto temor y desconfianza en algunas personas, especialmente cuando se aplica en robots humanoides. Este fenómeno podría estar vinculado a una teoría propuesta por Masahiro Mori, un robotista japonés pionero en el campo de la robótica, quien introdujo el concepto del “valle inquietante”.
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En su teoría, Mori sugería que los robots resultan más agradables cuando se asemejan a los humanos. Sin embargo, cuando estos robots se parecen demasiado a los seres humanos, se adentran en lo que él llamó el “valle inquietante”, donde se perciben como extraños o aterradores. Según Mori, una vez que los robots alcanzan una apariencia casi indistinguible de los humanos, su apariencia se vuelve nuevamente simpática y agradable.
Este concepto fue ampliado por Karl MacDorman, experto en robótica y decano asociado de la Escuela de Informática y Computación de la Universidad de Indiana, quien tradujo el ensayo de Mori. MacDorman y el psicólogo cognitivo Alex Diel, en un estudio reciente, propusieron que la incomodidad generada por el “valle inquietante” se debe a nuestra sensibilidad hacia los rasgos faciales humanos. La teoría del desajuste perceptivo sostiene que sentimos incomodidad cuando los robots presentan características disonantes, como ojos muy realistas pero una piel artificial.
Este fenómeno puede observarse en el robot humanoide Aria, desarrollado por Realbotix, cuya apariencia atractiva y detallada no logra ocultar una falta de fluidez en sus movimientos, lo que genera reacciones de incomodidad en algunas personas. Usuarios del canal de YouTube de Realbotix han comparado a Aria con los antiguos robots animatrónicos de Chuck E. Cheese, notando una sensación de extrañeza y miedo, similar a la que muchos experimentaban con estos robots en su niñez.
Las personas se muestran más optimistas sobre la IA
A pesar de estos temores, la inteligencia artificial ha ganado terreno, y las personas están adoptando una actitud más optimista frente a ella. Según el estudio Our Life with AI, realizado por Google e Ipsos, cada vez más personas en todo el mundo están utilizando la IA.
El uso de esta tecnología ha crecido notablemente, especialmente en mercados emergentes, que vieron un incremento de 11 puntos desde 2024. En Asia-Pacífico, se registró un aumento de 10 puntos, mientras que Europa y Estados Unidos experimentaron incrementos de 8 y 9 puntos, respectivamente.
A pesar de este crecimiento, persisten las preocupaciones sobre el desarrollo responsable de la IA. La sociedad está cada vez más interesada en asegurar que los avances tecnológicos beneficien a la comunidad de manera ética y segura.
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