Shakira deslumbró en Buenos Aires y encendió la primera noche de su gira en Argentina
“¡Buenos Aires, estoy aquí! ¡Estoy aquí, Argentina!”, exclamó Shakira al pisar el escenario del Campo Argentino de Polo, en el arranque de su esperada presentación. La cantante colombiana puso fin a una ausencia de siete años en el país y lo hizo con un espectáculo imponente, parte de su Las mujeres ya no lloran tour, la gira más ambiciosa de su carrera.
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A pesar de los 30 grados de temperatura y el anuncio de tormentas para la madrugada, miles de seguidores se congregaron para disfrutar de su regreso. Con atuendos inspirados en las distintas etapas de su carrera, el público revivió momentos icónicos de la artista: cintas en el cabello evocando “Ciega, sordomuda”, pelucas violetas y faldas cortas al estilo de “Las de la intuición”. Entre los presentes, Gilda, una fan de Rada Tilly, recordó su primer contacto con la música de Shakira: “Soy fanática desde el casete, desde ‘Pies descalzos’”.
El montaje del show estuvo a la altura de una producción colosal. Más de 150 personas trabajan en la gira, con una estructura local que incluyó un espacio temático con fotografías de su carrera y una imponente pantalla en forma de arco. Uno de los momentos más esperados fue el concurso que permitió a algunos afortunados ser parte de “la manada” de “La Loba”, accediendo al backstage.
El espectáculo comenzó a las 21:00 horas, con la cantante desplegando su talento desde el primer minuto. “La Fuerte” y “Girl Like Me” marcaron el inicio de la noche, seguidas de momentos emotivos con “Acróstico” y “Don’t Bother”. Pero la euforia se desató con sus grandes éxitos: “Te felicito”, “Hips Don’t Lie” y “Chantaje”, donde Shakira desplegó su característica fusión de danza y carisma.
Uno de los instantes más impactantes llegó con su interpretación de “Soltera”, tema que simboliza su empoderamiento tras su ruptura con Gerard Piqué. “El amor al otro es bonito, pero yo creo que es más bonito el amor propio”, expresó antes de interpretar la canción sobre una gran “S” en el escenario.
La nostalgia también tuvo su momento cuando el público entonó clásicos como “Inevitable”, “Pies descalzos” y “Ojos así”. Entre canción y canción, Shakira destacó su vínculo con Argentina y recordó a Gustavo Cerati, además de hacer una referencia a su exrelación con Antonio de la Rúa: “Ustedes saben de mis lazos con este país”.
Cuando llegó “Antología”, la emoción se apoderó del público, que coreó cada palabra. La artista continuó con su energía vibrante en “Suerte”, donde sorprendió con una coreografía con dagas en un guiño a su ascendencia libanesa. Luego, el ritmo festivo se mantuvo con “Waka Waka”, que transformó el campo en un carnaval multicolor.
Cuando el show parecía llegar a su fin, Shakira volvió con un último golpe de efecto. “Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, anunció antes de que apareciera en escena una loba holográfica en 3D, que introdujo un impactante manifiesto con los “Diez mandamientos de la loba”. Cada frase, una declaración de principios que resonó con el público, especialmente la indirecta hacia Piqué y Clara Chía: “Una loba no codiciará los bienes ajenos… ¡claramente!”.
El cierre fue apoteósico con “Loba” y “Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53”, el himno que exorcizó sus demonios personales. Con una lluvia de papeles morados y una multitud extasiada, la artista dejó Buenos Aires con una noche mágica e inolvidable.
