Bahía Blanca: informe técnico advierte sobre riesgo hídrico y propone obras urgentes tras la inundación
A un mes del desastre que causó 16 muertes, un análisis del INTA y la UNS identifica vulnerabilidades y sugiere intervenciones para mitigar futuras tragedias

Un informe conjunto del INTA y la Universidad Nacional del Sur, elaborado tras la catastrófica inundación que golpeó a Bahía Blanca el 7 de marzo, advierte sobre la necesidad urgente de implementar obras de retención y ralentización del agua. El estudio fue citado por el diario La Nueva y se presenta como una guía técnica y preventiva ante el crecimiento de las precipitaciones previsto por las proyecciones climáticas.
¡Mantenete al tanto de las últimas noticias de San Nicolás y el país!. Unite a nuestro CANAL DE WHATSAPP y recibí las novedades directamente en tu teléfono. Click AQUÍ
“Las proyecciones climáticas anticipan un crecimiento de la precipitación en Bahía Blanca, lo cual aumenta el riesgo de que ocurran eventos extremos”, señala el documento. Según los especialistas, lo fundamental es disminuir la velocidad de escurrimiento, para que el agua llegue a la ciudad en volúmenes que puedan ser evacuados sin colapsar el sistema.
A continuación, se destacan algunos de los puntos más relevantes del estudio, que combina datos precisos, diagnóstico del evento y propuestas concretas para evitar que se repita una tragedia similar:
Causas y datos del evento del 7 de marzo
- Cayeron casi 300 milímetros en solo seis horas y 395 mm en total durante 48 horas, provocando un caudal de 906 m³/seg, el triple de la capacidad combinada del Napostá y el Maldonado.
- La zona más afectada fue el sector entre la Ruta 33 y la Carrindanga, donde el agua ingresó de manera desbordada hacia el casco urbano, especialmente cerca del cementerio Parque de Paz.
- El 25% del agua fue absorbido por el suelo, mientras que el resto escurrió rápidamente hacia la ciudad, generando una lámina de casi 40 cm de altura.
- La cuenca superior del Napostá no tuvo participación significativa; de haber llovido allí también, el desastre habría sido aún mayor, según advierte el informe.
Vulnerabilidades urbanas y planificación deficiente
- El crecimiento edilicio desordenado aumentó la escorrentía superficial. La urbanización de tierras del periurbano redujo zonas que antes actuaban como esponjas naturales.
- Los desagües pluviales no están optimizados y fallaron incluso en barrios de zonas altas, lo que demuestra su incapacidad estructural.
- El informe considera que construir en áreas críticas de la cuenca agrava seriamente los riesgos y llama a evitar urbanizaciones futuras en esas zonas.
Obras propuestas para mitigar futuros eventos
- Se plantea la creación de parques de inundación o “zonas de amortiguación” en espacios como el parque Independencia, El Pinar, el paseo Boronat y plazas de Palihue y Villa Mitre.
- Estas áreas podrían reducir hasta un 53% el caudal pico en eventos similares, llevando el flujo máximo a 500 m³/seg, una cifra más cercana a la capacidad deseada del sistema.
- También se requiere una ampliación de la capacidad de transporte del agua del Napostá y del canal Maldonado, junto con obras de ingeniería que retengan y ralenticen el avance del agua.
Un llamado a la prevención
El informe concluye que invertir en obras de prevención es mucho más económico que afrontar las pérdidas humanas y materiales, y que estas medidas no solo reducen el impacto de futuras lluvias extremas, sino que también aumentan la resiliencia de Bahía Blanca ante el cambio climático.
Además, advierte que fenómenos como el del 7 de marzo, si bien eran considerados de recurrencia centenaria, podrían volverse más frecuentes debido al aumento global de la temperatura y la alteración de los patrones meteorológicos.
El diagnóstico es claro: sin planificación, obras hidráulicas y regulaciones estrictas sobre el uso del suelo, Bahía Blanca volverá a enfrentar eventos similares con consecuencias trágicas.
LEER: Persiste el mal tiempo en San Nicolás: ¿Hasta cuándo seguirán las lluvias?