Los hábitos de lectura de Bill Gates: disciplina, constancia y reflexión para leer 50 libros al año
Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los filántropos más influyentes del mundo, ha hecho de la lectura una parte fundamental de su vida. A lo largo de los años, ha revelado cómo este hábito no solo ha enriquecido su pensamiento, sino que ha sido esencial en su formación personal y profesional.
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Anotar mientras lee: el secreto para reflexionar
Uno de los hábitos que Gates considera esenciales para extraer valor de un libro es tomar notas al margen. Esta práctica le permite concentrarse más profundamente en el contenido y establecer un diálogo con el autor, incluso cuando no está de acuerdo.
“En realidad, es frustrante cuando leo algo con lo que no estoy de acuerdo. Me paso tiempo escribiendo mis ideas en los márgenes”, ha confesado.
Este ejercicio de escritura activa lo ayuda a formular preguntas, cuestionar ideas y generar nuevas reflexiones, lo que convierte la lectura en una experiencia mucho más enriquecedora.
Siempre lleva un libro consigo
Otro truco clave que Gates ha implementado es llevar un libro a todas partes, en versión física o digital. De este modo, aprovecha cualquier momento libre –en un viaje, en una sala de espera o durante un traslado– para avanzar en su lectura.
En su documental Bill Gates: Bajo la lupa, se muestra cómo su asistente le prepara una bolsa con libros antes de cada viaje, asegurándose de que nunca le falte material.
Aunque reconoce la practicidad de los formatos digitales, el empresario sigue prefiriendo el papel, por la experiencia tangible que ofrece.
Dedicar una hora al día para leer sin interrupciones
Para comprender a fondo lo que lee, Gates sostiene que es fundamental dedicar al menos una hora diaria a la lectura. En su caso, lo hace cada noche antes de dormir, como parte de una rutina que le permite leer sin distracciones.
Según explica, los fragmentos breves de lectura, de 10 o 15 minutos, no son suficientes para involucrarse realmente con libros complejos. Este tiempo prolongado no solo mejora la comprensión, sino que ayuda a reducir el estrés, favoreciendo el descanso.
Comprometerse con cada libro hasta el final
Gates también sostiene una regla estricta: no comenzar un libro si no está dispuesto a terminarlo. Esta disciplina le permite evitar lecturas inconclusas, que podrían restarle motivación y romper su constancia.
Incluso cuando elige novelas extensas, de más de 1.200 páginas, mantiene su compromiso. Para él, cada obra merece ser leída hasta el final, como una muestra de respeto y como un ejercicio de perseverancia, valor que ha aplicado también en su vida profesional.
Con estos hábitos, Gates demuestra que la lectura va más allá del entretenimiento: es una herramienta de aprendizaje, crecimiento personal y formación del carácter. Su ejemplo invita a desarrollar una relación más consciente con los libros, haciendo de cada página una oportunidad para pensar y evolucionar.
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