INTERÉS GENERAL

Por el uso de auriculares, 1000 millones de jóvenes estarían en riesgo por el ruido

Los auriculares inalámbricos, teléfonos celulares y equipos de audio de gran potencia agravan el problema. Cada vez se registran más casos de pérdida de audición en jóvenes en todo el mundo. Los recitales musicales con enormes parlantes y sonido por encima de los 120 decibeles (dB) fueron la primera señal de alerta.

Un reciente estudio calculó que alrededor de 1.000 millones de jóvenes en el mundo están en peligro de perder su capacidad de oír debido a los niveles de ruido a los que están expuestos a toda hora.

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que ya hay unas 430 millones de personas en el mundo que sufren discapacidad auditiva. El sonido de los encuentros sociales con música (discotecas, recitales, bares) varía entre los 104 y 112 dB, según distintos estudios. Pero la exposición a ese ruido ocurre ocasionalmente y por poco tiempo. El problema actual es que los jóvenes que usan auriculares tienden a poner el volumen en alrededor de 105 dB todo el tiempo en el que están despiertos.

El máximo nivel de sonido aconsejado para adultos es de 80 dB, mientras que en niños no debe superar 75 dB. No importa sólo el nivel del sonido sino también la duración de exposición. Por ejemplo, el sonido de un secador de pelo (100 dB) sólo puede escucharse durante 5 minutos diarios, advierten los especialistas, para que sea seguro.

Pérdida de audición en jóvenes

De acuerdo con un reciente análisis de estudios publicado en BMJ Global Health, actualmente hay unos 2.800 millones de jóvenes entre 12 y 34 años en el mundo. Y el 24% de los adolescentes y el 48% de los jóvenes mayores escuchan música a niveles inseguros para su salud. Por lo tanto, los investigadores estiman que entre 670.000 y 1350 millones de jóvenes están en riesgo de perder su oído.

La pérdida de audición es un fenómeno que antes de observaba en adultos mayores a medida de que envejecían. Hoy, según los especialistas, los que están en mayor riesgo son los jóvenes. Son quienes cuentan con toda clase de dispositivos para ampliar el sonido. Directamente desde el aparato auditivo, cerca del tímpano y los canales y células que llevan los estímulos al cerebro. Como consecuencia de este constante bombardeo sonoro, los otorrinolaringólogos observan cada vez a más jóvenes que sufren de tinnitus (zumbidos, pitidos, siseos y otros sonidos internos) y pérdida de audición, la que se manifiesta con dificultad para escuchar conversaciones por teléfono o distinguirlas del ruido ambiental.

En los más jóvenes, los problemas auditivos llevan a falta de concentración y trastornos educativos. En los adultos, las dificultades para oír se asocian con problemas de relacionamiento social, barreras laborales e impedimentos cognitivos. Además de estos trastornos, las sociedades pagan altos costos en el tratamiento de hipoacusias, estimados en unos 2 billones de dólares por año en el mundo.

“Es urgente que los gobiernos, la industria y la sociedad civil prioricen la prevención de la pérdida de audición a través de la promoción de prácticas de esucha segura”, indicaron la otorrinolaringóloga Lauren Dillard, de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos, y sus colegas en la reciente publicación del BMJ.

Escucha segura

Para implementar prácticas seguras, la OMS publicó un manual donde recomienda cómo proteger el sentido del oído y recuerda que en países de ingresos medios y altos:

– Alrededor del 40% de los jóvenes están expuestos a niveles inseguros de ruidos en discotecas, bares, conciertos.
– Alrededor del 50% de los jóvenes se arriesgan a perder su capacidad auditiva por usar dispositivos personales a niveles altos de sonido o por un tiempo prolongado.

La OMS recomienda bajar el volumen de los dispositivos móviles o auriculares y reducir la duración de la exposición cuando el sonido está muy alto. En lugares donde el ruido es dañino (más de 85 dB), se aconseja usar tapones de oído. Existen también apps para el teléfono móvil que permiten monitorear el nivel de ruido y el tiempo de exposición, y que emiten alertas cuando hay riesgo auditivo.

Para protegerse los oídos cuando se juegue a videojuegos, la OMS aconseja:

  • Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo que ofrezca el aparato.
  • Es mejor usar altavoces integrados en el aparato o altavoces externos. Si se usan audífonos, conviene escoger unos que se ajusten bien y cancelen el ruido exterior.
  • Utilizar aplicaciones que limitan el volumen para reducir el riesgo.
  • Es mejor aparatos (teléfonos, audífonos, etc.) equipados con funciones que garanticen la escucha sin riesgos.
  • No jugar a juegos ruidosos de forma continuada durante periodos largos y después de cada hora, descansar diez minutos o jugar unos minutos a un juego silencioso.

Además, es recomendable hacerse un examen de la audición cada año para saber si se están evitando riesgos.

En cualquier caso, es útil conocer los decibeles de distintos aparatos o actividades y calcular cuánto tiempo se puede exponerse a ellos, especialmente en época de festejos con fuegos artificiales.

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