¿Qué son las cardiopatías congénitas?

En Argentina, unos 7 mil niños y niñas nacen al año con algún tipo de malformación del corazón. Este dato surge del Ministerio de Salud de la Nación e implica que 1 de cada 100 recién nacidos presenta una cardiopatía congénita. A su vez, según el Registro Nacional de Anomalías Congénitas de Argentina (RENAC), el 60% de esas cardiopatías no tiene un diagnóstico prenatal. 

La clave es que, cuando en los controles de rutina del embarazo se detecta algún defecto en la formación del corazón, los especialistas en Medicina y Cardiología Fetal pueden empezar a brindar los cuidados neonatales específicos que implica la cardiopatía, e incluso evaluar excepcionalmente la necesidad de intervenciones cardíacas que mejoren el pronóstico.

Las cardiopatías congénitas son un conjunto de enfermedades del corazón que se presentan desde el nacimiento y se deben a un mal desarrollo del corazón durante la etapa embrionaria. Estas pueden afectar cualquier parte del corazón y su gravedad varía desde leves hasta muy severas. Las causas exactas no siempre se conocen, pero pueden ser el resultado factores genéticos o ambientales, anomalías cromosómicas, problemas durante el desarrollo fetal, o una combinación de ellos.

Ahora bien, ¿cómo se interviene un corazón dentro del útero? La cirugía se hace con anestesia local, habitualmente entre las semanas 20 y 30 de gestación. Para poder comenzar, es esencial colocar al feto en la posición adecuada e inmovilizarlo mediante la administración de medicación por vía intramuscular o endovenosa en el cordón umbilical.La operación se realiza a través de una punción en el abdomen y el útero de la madre mediante una aguja fina que llega a la pared torácica y al corazón del feto que, en esta etapa, mide apenas unos dos centímetros. Este es un procedimiento de alta complejidad que requiere de una gran experiencia y habilidades en Cardiología Fetal e Intervencionismo cardíaco. 

Después del procedimiento, el embarazo debe tener controles periódicos que incluyan una evaluación cardiológica fetal, y se suele observar cómo la función y el crecimiento del corazón del bebé mejoran significativamente. “La intervención intrauterina más habitual es la valvuloplastia aórtica fetal, que es una apertura de la válvula aórtica para que el ventrículo izquierdo pueda seguir creciendo y recupere su función. La segunda más frecuente es la valvuloplastia pulmonar fetal, que implica una desobstrucción de la válvula pulmonar con un catéter-balón para que pueda desarrollarse el ventrículo derecho. También se colocan stents para desobstruir el tabique interauricular o se hace el drenaje de líquido pericárdico”, detalla Sofía Grinenco, jefa de la sección de Cardiología Fetal del Hospital Italiano.

Valeria Fresco es la mamá de Julián, quien hoy tiene 8 años y que durante el embarazo fue operado para tratar una estenosis valvular aórtica, lo que entorpecía el flujo sanguíneo del corazón a la aorta y al resto del cuerpo. “La calidad de vida de mi hijo es excepcional, igual que la de cualquiera de sus compañeros de colegio o niño sin patologías previas”, asegura. 

Con el avance de la medicina y la tecnología, muchas personas con cardiopatía congénita pueden vivir una vida larga y saludable. Es importante recibir atención médica regular y seguir las recomendaciones del médico para maximizar la esperanza de vida y mejorar la calidad de vida. En Argentina, el Hospital Italiano de Buenos Aires reúne especialistas en Medicina y Cirugía Fetal, Cardiólogos Fetales, Anestesiólogos, y Cardiólogos Intervencionistas para recibir, evaluar y tratar cardiopatías prenatales, e incluso operar el corazón de los fetos dentro del útero.

“Desde el 2010, se han registrado a nivel mundial 537 intervenciones de este tipo, de las cuales 46 han sido realizadas en nuestro hospital”, Grinenco. El Dr. Daniel Berrocal, director del Instituto de Medicina Cardiovascular del Hospital Italiano, destaca que este es uno de los pocos centros nacionales que dispone de atención de alta complejidad tanto neonatológica y pediátrica como para adultos. “Atendemos de manera integrada a pacientes con cardiopatías congénitas desde la etapa fetal hasta la adultez”, resalta.

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