Gripe aviar: con exportaciones suspendidas, peligra negocio de u$s400 millones al año
De continuar propagándose la enfermedad, el sector sufriría un grave revés ya que hay productos que tienen como destino netamente la exportación.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno nacional, la gripe aviar continúa propagándose en el territorio nacional. Con el desembarco de aves migratorias se conocieron semanas atrás los primeros casos y en los últimos días llegó la peor noticia: se confirmó el primer caso positivo de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5 en aves de corral de la provincia de Río Negro con lo que el país perdió temporariamente su estatus de libre de la enfermedad y autosuspendió la exportación de productos aviares cumpliendo con las normas internacionales. Este significa un duro golpe a un negocio que genera al año alrededor de u$s400 millones en divisas.
Según explican desde el sector, la propagación de la enfermedad y el posterior cierre de los envíos generará indefectiblemente un sobre stock de pollo en el mercado interno, lo que terminará por complicar a la industria que ya venía con serios inconvenientes en un contexto en el que tampoco crece el consumo doméstico y la actividad se ve afectada por el aumento de los costos de producción derivados de la sequía.
Tras conocerse el caso positivo, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, aseguró que “nuestros productos avícolas siguen siendo seguros para las y los argentinos. La suspensión de las exportaciones responde a las exigencias de la normativa internacional”.
Hacia adelante, en el SENASA están trabajando activamente no solo para contener a la enfermedad sino también para que reabrir las exportaciones en el corto plazo. Es que la actividad necesita de la exportación ya que hay algunos productos, como las garras que no se consumen internamente y las empresas que trabajan en el sector cuentan con importantes contratos por cumplir.
El caso positivo confirmado proviene de un establecimiento de pollos parrilleros ubicado en Mainque, Río Negro, al sur de la barrera zoofitosanitaria patagónica, en una zona de baja densidad avícola. Diana Guillén, presidente del SENASA, señaló en este marco que en ese establecimiento se indicó “cuarentena y sacrificio de las aves, se debe hacer una limpieza y esperar el ciclo de 28 días antes de ver de nuevo qué paso con el lugar”.
Acerca de la producción que no se podrá exportar, dijo que “se puede volcar al mercado interno” y llamó a que “la población se quede tranquila, que se puede consumir porque (la enfermedad) no se transmite por la carne y los huevos y lo que se vende proviene de empresas sanas”.
De cualquier manera, la mayor preocupación del sector y del propio Gobierno es que a partir de la detección de un caso en el circuito comercial, el protocolo indica la matanza de todo el plantel de aves, lo que generará un perjuicio económico para el productor afectado. Es por ello que la cartera agrícola está planteando posibles alternativas de ayuda financiera en estos casos puntuales.
De las 177 notificaciones analizadas por el Laboratorio del Senasa a la fecha, los casos confirmados son 25 (tres en aves silvestres, 21 de traspatio y uno en sector comercial) distribuidos de la siguiente manera: Córdoba (13), Buenos Aires (4), Río Negro (2), Santa Fe (2), Jujuy (1), Neuquén (1), San Luis (1) y Salta (1).
Ante el interrogante de cuándo podrán retomarse las exportaciones, lo cierto es que todavía es muy prematuro para establecer una fecha cierta. Es por ello que la cartera agrícola junto al SENASA busca que la enfermedad no continúe avanzando y todas las miradas están puestas en la provincia de Entre Ríos, donde se encuentran la mayoría de las aves que se producen en Argentina.
LEER: Kicillof envía nuevos pliegos judiciales a la Legislatura