Inteligencia artificial: cielo e infierno empresarial y laboral
La IA impactó en el mercado laboral a un ritmo más rápido de lo esperado. Sin embargo, para algunas empresas como la rosarina Transparent, el uso de la IA no solo ha permitido aumentar la productividad sin reducir el número de empleados, sino también ofrecer nuevas herramientas y servicios a sus clientes
En 2014, el reconocido físico teórico, astrofísico y divulgador británico Stephen Hawking afirmó en una entrevista a la BBC que la Inteligencia Artificial podría significar el fin de la raza humana si no se la controlaba adecuadamente. Temía que los humanos podrían ser superados por las máquinas si estas lograban desarrollar una IA completa, capaz de rediseñarse a sí misma y mejorar su inteligencia, crear armas autónomas, reemplazar el trabajo humano e incluso rebelarse contra sus creadores.
En ese entonces, casi diez años atrás, el desarrollo de la inteligencia artificial era incipiente, pero ya mostraba avances importantes. Apple presentaba a su asistente virtual Siri, permitiendo a los usuarios interactuar con sus dispositivos a través de la voz; Google exhibía un nuevo sistema capaz de describir una imágen y sus elementos mediante frases cortas; Facebook desarrollaba un sistema de reconocimiento fotográfico capaz de identificar personas y un chatbot llamado Eugene Gootstman logró convencer al 33% de los jueces de un concurso de la prueba de Turing de que en realidad se trataba de un niño ucraniano de 13 años de edad.
Estos adelantos manifiestos lo impulsaron a firmar en 2015 una carta abierta junto a otros líderes tecnológicos como Elon Musk, Peter Norvig y Steve Wozniak, apoyando el desarrollo de la IA pero advirtiendo sobre su impacto social, ético y legal y concientizando sobre los posibles riesgos para la continuidad de la humanidad. Más de mil firmantes avalaron el documento publicado por la organización Future of Life Institute, muy similar en algunos puntos a la carta abierta firmada a fines de marzo de 2023, aunque esta última está más enfocada en los sistemas generativos como GPT-4, además de pedir una pausa de seis meses en el desarrollo de este tipo de software.
En los últimos seis meses no hubo día en que la inteligencia artificial no fuera noticia. ChatGPT y otras herramientas generativas como Dalle-2, Midjourney y Stable DIffusion tomaron el mundo por asalto con sus capacidades ilimitadas para crear contenido nuevo y único, colándose rápidamente en el mundo científico, académico y laboral. Los temores sobre el impacto de la IA en el mundo del trabajo parecen estar materializándose a una velocidad superior a la prevista.
Esta semana el CEO de IBM, Arvind Krishna, anunció que la empresa congeló la contratación de 7.800 posiciones que podrían ser reemplazadas por sistemas de inteligencia artificial en el mediano plazo. El director ejecutivo también resaltó que también se suspenderá el reclutamiento en funciones administrativas como Recursos Humanos y otros roles no orientados al cliente: Esto afectará aproximadamente a 26.000 puestos de trabajo dentro de la compañía, de los cuales un 30 por ciento sería reemplazado por automatización e Inteligencia Artificial dentro de un período de cinco años.
La IA no solo está poniendo en juego empleos. Chegg, una empresa de tecnología educativa online con base en Santa Clara, California, cayó casi un 50% en Wall Street esta semana luego de que su presidente declarara que ChatGPT estaba perjudicando su crecimiento. Chegg ofrece ayuda con los deberes, alquiler de libros de texto, tutoriales en línea y otros servicios para estudiantes, quienes encontraron en OpenAI, a través de su herramienta ChatGPT, un asistente significativo para complementar su educación.
Otra compañía afectada por ChatGPT es la plataforma de aprendizaje de idiomas Duolingo. Si bien la popular aplicación del búho integró GPT-4 en Duolingo Max, su opción de suscripción más costosa, algunos clientes decidieron cancelar la membresía para volcarse directamente a la fuente y utilizar la versión gratuita de ChatGPT para aprender, depreciando el valor de su acción en un 10 por ciento.
Sin embargo, para Transparent, una empresa tecnológica de e-commerce con sede en Rosario, la incorporación de la inteligencia artificial no solo ha permitido aumentar la productividad sin reducir la plantilla laboral, sino también ofrecer nuevas herramientas y servicios a sus clientes.
Fundada en 2019, Transparent es ahora una empresa global que desarrolla y proporciona soluciones para corporaciones, bancos y empresas de todo el mundo. “Somos pioneros en el uso de la inteligencia artificial en el comercio electrónico”, cuenta Lucho Cecchini, CEO de la firma, a Rosario3. “Todo el set de productos de la empresa posee IA, y el cliente acelera el proceso de negocios monetizando el modelo, teniendo todo el control apoyado en nuestra tecnología”, destaca Cecchini.
“Empezamos a experimentar con OpenAI hace ya bastante tiempo”, explica Fernando Cuadrado, cofundador y CTO de Transparent. “En 2020 utilizamos un modelo de lenguaje al que ellos llamaban «Davinci» pero su función era completar texto. Este modelo a veces fallaba, a la vez que consumirlo era caro, por lo que no podíamos utilizarlo para solicitudes masivas, como pueden ser todos los productos de una empresa o los mensajes de sus clientes”.
La experiencia con Davinci y estar acreditados para el uso de estos modelos de aprendizaje profundo les permitió acceder muy rápidamente a ChatGPT para su uso comercial. “Fuimos realmente los primeros en aplicar esta tecnología a los procesos y las interfaces de nuestro software”, remarca Cuadrado. “Nuestros clientes están sorprendidos, porque es todo lo que siempre quisieron, poder hablar con una computadora en forma natural, y obtener respuestas sobre su negocio, interactuando, generando reportes y cálculos que no están alcanzados por otras herramientas. Es realmente un cambio de paradigma”.
La incorporación de ChatGPT permite generar reportes que llevarían varios días de trabajo en apenas segundos, o completar tags y descripciones de productos casi instantáneamente. “Si sumamos ese tiempo de edición combinado, estamos hablando de cientos de horas que ahora van a poder utilizar en otras cuestiones más importantes”, subraya Fernando Cuadrado, mientras que para Cecchini “más que cuánto se ahorra, es cuánto se gana, los clientes no pueden creer con la velocidad que se realizan las tareas”.
La inteligencia artificial es indudablemente una de las tecnologías más disruptivas jamás creadas, y si bien los cambios que está impulsando están sucediendo con una rapidez asombrosa, son pocas las empresas que están siendo perjudicadas con su incorporación. Mientras que ya está impactando positivamente en la eficiencia y productividad de muchas industrias, también es cierto que está transformando muchos trabajos y haciendo desaparecer otros tantos.
A medida que la IA siga avanzando será crucial que se tome en cuenta su impacto en el mercado laboral, aplicando medidas para controlarlo y garantizando su uso de manera responsable. Tal como advirtió Hawking en la apertura de la Web Summit de Lisboa en 2017, el desarrollo de la IA podría ser lo peor o lo mejor que le ha pasado a la humanidad. Pero todavía no lo sabemos.
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