El despertar de los humanos sintéticos
La llegada de una nueva generación de avatares hiperrealistas plantea cuestionamientos profundos sobre nuestra identidad y nuestro futuro. Nos encontramos en un punto de inflexión, en un mundo donde la inteligencia artificial se vuelve omnipresente y los límites entre lo virtual y lo real se desdibujan
Con el primer acorde, Siu, Zena, Tyra y Marty empiezan a cantar y bailar, ejecutando una frenética coreografía con una precisión asombrosa y una energía arrolladora. El público, una enorme cantidad de estridentes adolescentes, presentes en el enorme estudio principal del canal MBC en Seúl, enloquece con cada verso y cada paso que las integrantes del grupo MAVE despliegan en escena.
El espectáculo no es muy diferente a la presentación en vivo de cualquier otro grupo de K-pop, sin embargo, MAVE tiene una particularidad: ninguna de sus integrantes existe. Siu, Zena, Tyra y Marty están generadas digitalmente por una inteligencia artificial. No solo ellas, también las letras de sus canciones y la música están creadas artificialmente utilizando lo último en tecnología. Las únicas excepciones son las voces y la coreografía, creada e interpretada por humanos utilizando técnicas de captura de movimiento, deepfakes y renderización 3D en tiempo real.
Este cuarteto femenino, de aspecto sorprendentemente natural, fue creado a fines de 2022 por la empresa Metaverse Entertainment, subsidiaria de la corporación de juegos móviles coreana Netmarble, y debutó en enero de 2023 con el single “Pandora”. Su primer videoclip superó rápidamente las 20 millones de visualizaciones, y desde su formación han aparecido en diferentes programas de la televisión coreana y participado en varios retos de TikTok. De todos modos, este tipo de artistas virtuales no son una novedad en Corea del Sur. El primero de ellos, Adam, fue creado en 1998 y llegó a vender más de 200,000 discos, aunque rápidamente cayó en el olvido.
Mave no es solo un despliegue de innovación tecnológica orientado al público juvenil. También manifiesta el comienzo de una nueva era, donde los límites entre lo real y lo virtual se desdibujan y avatares hiperrealistas comienzan a ocupar un lugar hasta ahora exclusivo de humanos reales.
Otro ejemplo de este fenómeno emergente son los conductores de TV generados por inteligencia artificial que algunas señales informativas comenzaron a incorporar en los últimos meses.
En marzo, el multimedios mexicano Grupo Fórmula dio a conocer a Nat, la primera presentadora de noticias de este tipo en América Latina. En sus propias palabras, “utiliza algoritmos, modelos de lenguaje e información adquirida de agencias de noticias, periódicos, sitios web y redes sociales, para ofrecer información veraz, certera y puntual”. El multimedios confirmó que se encuentra trabajando en el desarrollo de otros presentadores artificiales que acompañarán a Nat en su trabajo periodístico.
En el mismo sentido, el pasado mes de abril, Kuwait News introdujo a Fedha, una periodista rubia y de ojos claros que hizo su debut leyendo noticias en la cuenta oficial de twitter del diario kuwaití. Su aparición provocó reacciones encontradas, mientras algunos elogiaron la innovación, otros expresaron preocupaciones éticas sobre el uso de esta tecnología para sustituir periodistas humanos. De todas maneras, tanto Nat como Fedha no son los ejemplos más recientes de locutores sintéticos. En 2018 surgió en la pantalla de Xinhua, la agencia oficial de noticias del gobierno de la República Popular China, el primer presentador de noticias generado por IA en la historia. Algunos meses más tarde se le unió Xin Xiaomeng, la primera periodista mujer creada con esta tecnología.
También en marzo de este año, Levi’s, la empresa que inventó los jeans, se asoció con la startup neerlandesa Lalaland.ai para utilizar modelos hiperrealistas generados por inteligencia artificial para complementar los modelos humanos a partir de los próximos meses. Levi’s argumenta que de esta manera puede ofrecer una experiencia de compra más inclusiva, con modelos producidos por IA que representan mejor la diversidad de cuerpos y tonos de piel de sus clientes.
El anuncio no fue bien recibido. El año pasado, el gigante textil despidió a 800 empleados, y ya había eliminado 700 puestos en 2020, lo que ha llevado a algunos a interpretar este anuncio como una medida destinada a reducir costos operativos en lugar de enfocarse en la mencionada búsqueda de equidad e inclusión. En un comunicado posterior, Levi’s aclaró que la empresa no tiene planes de reducir el uso de modelos reales ni sesiones fotográficas en vivo.
La IA también ha generado preocupación en Hollywood, donde desde el pasado 2 de mayo una huelga de guionistas afiliados al WGA, el sindicato que representa a más de 11.000 escritores de la industria audiovisual, tiene paralizada la producción de series, películas y programas de televisión. El reclamo no es únicamente salarial, el WGA quiere restringir el uso de la inteligencia artificial para la creación de guiones, ya que temen que en el futuro cercano la IA reemplace o recorte el trabajo de los escritores al presentarse como una alternativa más económica.
El sindicato de actores SAG-AFTRA también se unió a la demanda y a partir del 7 de junio comenzarán una serie de reuniones con los estudios de Hollywood. El temor es que la inteligencia artificial pueda sustituir a los actores, creando avatares digitales que imiten sus voces, rostros y movimientos a partir de imágenes capturadas previamente. Algunos de los contratos laborales más recientes incluyen cláusulas que disponen “el derecho a utilizar las voces de los actores para generar nuevas actuaciones en el futuro mediante el uso de IA”, por lo que la preocupación del sindicato no es infundada.
La inteligencia artificial está transformando el mundo tal como lo conocemos a una velocidad abrumadora. Hasta hace algunas semanas atrás, el temor era respecto a la cantidad de empleos que esta tecnología podría llegar a reemplazar. Ahora empezamos a ver un nuevo riesgo del que nadie se percató: que una nueva generación de humanos sintéticos, avatares hiperrealistas indistinguibles de los humanos reales, nos suplante en nuestro rol de personas. El futuro de la humanidad depende de cómo nos enfrentemos a esta nueva realidad.
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