La inflación muestra signos de desaceleración en junio, según datos anticipados del INDEC
Expectativas positivas frente a una posible desaceleración inflacionaria en junio
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer esta tarde los datos de inflación correspondientes al mes de junio, y el equipo económico del gobierno confía en que se consolide una tendencia de desaceleración en los precios.
Las estimaciones preliminares de las consultoras privadas indican que los precios han mostrado este comportamiento, aunque esta desaceleración se ha visto acompañada por una caída en el nivel de actividad económica. No obstante, en el Palacio de Hacienda se destaca que, luego del preocupante 8,4% registrado en abril, la inflación descendió al 7,8% en mayo y se espera que haya bajado otro escalón en junio.
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Si bien se reconoce que aún es un nivel alto, el alivio se percibe en haber roto la inercia alcista y haber reducido ligeramente el ritmo inflacionario en lugar de acelerarlo hacia cifras de dos dígitos.
El promedio de los estudios realizados por los analistas indica que la suba de precios del mes pasado se encuentra en el rango del 7,2% al 7,4%, lo cual confirmaría el cambio de tendencia, aunque se advierte que aún no se puede considerar definitivo.
El factor que explica la reducción en el ritmo de inflación es un menor incremento en los precios de los alimentos. Los informes privados señalan que la carne ha aumentado menos que el promedio de otros productos, y que el precio del pollo se ha estabilizado luego del brote de gripe aviar. Además, tras superar la sequía, ha mejorado la oferta de frutas y verduras, amortiguando el aumento de precios en este rubro. En junio, los mayores incrementos se observan en los gastos relacionados con el hogar, como alquileres y servicios públicos, que experimentaron fuertes subas el mes pasado.
A su vez, los primeros datos disponibles para julio indican que al menos en el inicio del mes se ha mantenido esta tendencia de desaceleración en la inflación.
Sin embargo, el dato negativo es que la disminución en la inflación está acompañada por una reducción en el consumo y en el nivel de actividad económica, como consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos.
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