UP3 San Nicolás: taller de braille y música para personas privadas de libertad
En un esfuerzo por promover la inclusión y el aprendizaje en el sistema penitenciario, se ha dado inicio a un significativo taller de braille y música en la UP3 de San Nicolás. Un total de 17 personas privadas de libertad participan activamente en el taller de braille, donde buscan adquirir conocimientos básicos sobre este método de lectura y escritura utilizado por personas con disminución visual y ciegas.
El objetivo principal del taller de braille es que los participantes puedan leer, escribir y traducir textos, lo que les permitirá en un futuro asistir a personas con discapacidad visual y brindarles su apoyo. El taller se lleva a cabo los días martes y jueves de 10:30 a 12:00 horas, bajo la guía del Tallerista Marcelo Ortiz Ramírez y la colaboración de Sergio Silva.
Por otro lado, durante el receso de invierno, continúan las actividades de inclusión a través de talleres de guitarra y canto, que se realizan de manera virtual y cuentan con la participación de 3 pabellones y el Pabellón Literario para la Libertad. Estas clases se desarrollan en el salón de usos múltiples del sector colegio, y han sido recibidas con gran entusiasmo y aceptación por parte de los internos.
Detrás de la organización y coordinación de estas actividades se encuentran el Director de la Unidad, Omar Aguirre, el Subdirector de Asistencia y Tratamiento, Alexis Tissera, el Subjefe de Tratamiento, Walter Irrazabal, y la Coordinadora de Educación y Cultura, Nilsa Buyatti. Gracias a su compromiso y esfuerzo, se ha podido brindar a los privados de la libertad oportunidades de formación y desarrollo personal, enriqueciendo así su experiencia durante el tiempo de detención.
Estas iniciativas no solo fomentan el aprendizaje de habilidades prácticas y artísticas, sino que también generan un ambiente de integración y crecimiento personal en el ámbito penitenciario. A través del acceso a la educación y actividades culturales, se busca no solo enriquecer la vida de los internos, sino también ofrecer herramientas para su reintegración social una vez que cumplan su condena.
La importancia de estos talleres radica en el poder transformador que pueden tener en la vida de quienes se encuentran privados de su libertad. A través del conocimiento adquirido y la expresión artística, los participantes pueden encontrar nuevas formas de expresarse, aprender habilidades valiosas y, en última instancia, reconstruir su camino hacia una vida más plena y significativa.
El trabajo conjunto de los responsables de la Unidad y los talleristas ha permitido que estas acciones tratamentales se concreten, demostrando que el acceso a la educación y la cultura son pilares fundamentales para la rehabilitación y reinserción social de las personas privadas de libertad. El compromiso de seguir brindando oportunidades de aprendizaje y desarrollo a los internos es un paso significativo hacia un sistema penitenciario más humano y inclusivo.