El Cardenal Eduardo Pironio será beatificado en Luján
Este miércoles, el Papa Francisco dio su autorización para la beatificación del cardenal argentino Eduardo Pironio, conocido por ser el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud. La decisión se tomó después de que el Vaticano reconociera un milagro atribuido al purpurado nacido en 1920 en la localidad de 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires, y fallecido en Roma en 1998.
Según informaron fuentes del Vaticano a Télam, la ceremonia de beatificación se llevará a cabo en Luján antes de que finalice el año. Durante este evento, el cardenal español Fernando Vérgez Álzaga, quien fue secretario de Pironio durante 23 años y es el titular de la Gobernación del Vaticano, representará a la Santa Sede.
La noticia de la beatificación se hizo pública este miércoles, cuando el Papa autorizó al prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, Marcello Semeraro, a publicar el decreto que reconoce la intercesión de Pironio en la inexplicable recuperación de Juan Manuel Franco, un bebé que, en 2006, salió de un coma profundo después de que sus padres rezaran a la figura del futuro beato.
El proceso de beatificación se inició después de que una junta de médicos del Vaticano confirmara que la recuperación de Franco “superaba la ciencia médica”, seguido de una verificación por una Comisión de Teólogos de que la familia del niño había rezado a Pironio por su sanación.
La recuperación milagrosa de Franco ocurrió después de que, en 2006, el niño de 15 meses inhalara accidentalmente el contenido de un recipiente con purpurina. Permaneció en un estado de coma profundo hasta que, tras 13 días de oración a una estampita del cardenal Pironio, obsequiada por un sacerdote de la parroquia San Antonio de Padua, se despertó sin rastros de elementos tóxicos en su sangre.
El Papa había reconocido en 2022 las “virtudes heroicas” de Pironio, lo que lo convirtió en “venerable”. Pironio, el más joven de una familia de 22 hermanos en La Plata, fue una figura destacada en la Iglesia. Además de ser el creador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, Pironio fue el primer latinoamericano en ocupar un cargo en la Curia Romana y fue uno de los fundadores de la teología basada en la doctrina social de la Iglesia.
A nivel regional, desempeñó un papel importante en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), donde fue Secretario General y Presidente en distintos períodos. Participó activamente en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Puebla y Santo Domingo.
La vida de Pironio se caracterizó por dos fases distintas: una “latinoamericana” y otra “romana”. Desempeñó múltiples roles en la Curia romana y llegó a ser considerado como un posible candidato a la papal en los cónclaves de 1978, que finalmente eligieron a Juan Pablo I y, después de su muerte repentina, a Juan Pablo II.
Sin embargo, Pironio fue considerado demasiado progresista por algunos sectores debido a su amistad con el santo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero y el obispo Enrique Angelelli, ambos asesinados debido a su compromiso social. Pironio mismo fue perseguido en Argentina por su supuesta cercanía a la izquierda, lo que lo llevó a ser llamado a Roma por el Papa Pablo VI en 1974 para ser prefecto de la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada. Más tarde, Juan Pablo II lo nombró presidente del Pontificio Consejo para los Laicos. Pironio fue creado cardenal en 1976, y el proceso de beatificación comenzó en 2003, cinco años después de su fallecimiento en 1998.
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