Alberto fernández revela los desafíos de su relación con Cristina Kirchner al final de su mandato
En los últimos momentos de su presidencia, Alberto Fernández ofreció detalles sobre la compleja dinámica que mantuvo con la vicepresidenta, Cristina Kirchner, una relación marcada por la distancia durante gran parte de su administración. Este análisis se dio en el contexto de una extensa entrevista televisiva, donde el presidente actual reflexionó sobre la reciente victoria electoral del candidato libertario, Javier Milei.
En respuesta a las críticas de Kirchner, Fernández admitió que su vínculo actual es “distante” y rechazó la idea de no haberla escuchado, como sugirió anteriormente. El mandatario recordó las diferencias públicas desde el 2020, cuando propuso la necesidad de alinear precios, salarios, tarifas y jubilaciones, y no fue escuchado, según sus palabras, destacadas tras votar el 22 de octubre.
Fernández reveló que, al asumir la presidencia, recibió la advertencia de que enfrentaría un tiempo difícil, caracterizado por tensiones entre la izquierda y la derecha. Haciendo hincapié en la importancia de preservar la unidad dentro de la coalición, compartió la recomendación de contar hasta diez para gestionar estas situaciones.
El presidente desmintió las acusaciones de Kirchner, señalando que no es que alguien no haya sido escuchado, sino que alguien no fue obedecido. En medio de la tensión interna en la coalición, Fernández destacó que la queja de no ser escuchado no es válida, ya que recibía comunicaciones por escrito y en privado, aunque no siempre estaba de acuerdo.
En un tono reflexivo, Fernández negó ser un títere y resaltó que la queja de no obedecer no correspondía a su función. Recordó un desacuerdo anterior con Kirchner en el 2008, pero subrayó que ahora, como presidente, debía quedarse, enfrentar desafíos, tomar decisiones y actuar.
Finalmente, Fernández descartó haber considerado la renuncia y atribuyó las dificultades a la falta de suerte en un período marcado por la pandemia, la guerra entre Ucrania y Rusia, y la sequía. Reconoció la incapacidad de resolver problemas como la inflación y los ingresos de la gente durante su mandato.
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