El Arzobispo de Buenos Aires: Cromañón, una herida persistente que causa profundo dolor
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, compartió hoy su conmovedora reflexión sobre la tragedia de Cromañón, ocurrida hace 19 años, durante la homilía celebrada en la Catedral metropolitana. En sus palabras, describió el impacto persistente de esta espada dolorosa que atraviesa los corazones de la sociedad.
Enfatizando la naturaleza aguda de la injusticia, tristeza, bronca e impotencia, el arzobispo destacó cómo Cromañón sigue siendo una herida abierta en la ciudad, sangrando en las calles y en la vida de tantos. Su llamado a la solidaridad y empatía resonó al recordar la valentía de aquellos que arriesgaron sus vidas para rescatar a otros durante la tragedia.
Sin embargo, García Cuerva lamentó que, a pesar de la lección de Cromañón, la sociedad continúa enfrentando desafíos similares. La exclusión, la violencia, el consumo de drogas, el hambre y la trata de personas persisten como amenazas que afectan especialmente a los jóvenes. El arzobispo denunció la persistencia de “los mercaderes de la muerte” y su capacidad para reinventarse, instando a la sociedad a responder con más justicia, compromiso, fraternidad y amor.
Con un tono esperanzador, el arzobispo expresó que, a pesar del dolor acumulado y el paso de los años, la comunidad sigue gritando con esperanza activa, una esperanza que surge de la cruz y que demanda paciencia y fortaleza. Concluyó su discurso recordando a las 194 víctimas como un clamor contra la impunidad y la resignación, enfatizando que la muerte no tiene la última palabra y que, a pesar de los 19 años transcurridos, la esperanza del reencuentro sigue viva.
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