El Papa Francisco alerta sobre los peligros de la inteligencia artificial y renueva su llamado a la regulación mundial

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de la Iglesia Católica, programada para el 12 de mayo, el Papa Francisco expresó sus inquietudes y esperanzas en torno a la Inteligencia Artificial (IA). Aunque instó a la gente a evitar las predicciones catastróficas, el tono predominante de su mensaje fue pesimista, destacando los riesgos “perversos” asociados con la IA.

El líder religioso advirtió sobre la “contaminación cognitiva” generada por la IA, capaz de distorsionar la realidad, promover narrativas falsas y encerrar a las personas en cámaras de eco ideológico. Francisco hizo mención específica a la desinformación, señalando el uso de “deepfakes”, imágenes generadas por programas que aparentan ser verídicas pero son falsas. Reveló haber sido víctima de esta manipulación mediante la difusión de una imagen falsa suya con un abrigo blanco hasta los tobillos.

Además, el Papa destacó la preocupación por los “mensajes de audio falsos” que utilizan la voz de una persona para transmitir información que nunca expresó. Afirmó que la tecnología detrás de estos engaños puede ser útil en ciertos campos, pero se vuelve perniciosa al distorsionar las relaciones y la percepción de la realidad.

Francisco resaltó las “patologías asociadas” a la IA, como la disminución del pluralismo y la proliferación del “pensamiento de grupo”. Advirtió sobre la tendencia a adoptar posturas consensuadas sin considerar críticas externas o alternativas, destacando la necesidad de abordar estas cuestiones mediante un tratado internacional jurídicamente vinculante para regular la IA.

En última instancia, el Papa Francisco renovó su llamado a aprovechar la IA para el bien común y abogó por una regulación global que salvaguarde contra los peligros potenciales, asegurando que esta tecnología se utilice de manera ética y responsable.