Revuelo en Hong Kong: Messi, ausente en amistoso local, desata controversia al jugar en Japón
La presencia del futbolista argentino Lionel Messi en un partido en Japón el miércoles generó fuertes reacciones entre los medios de comunicación estatales chinos, políticos de Hong Kong y algunos aficionados, quienes condenaron rápidamente su participación luego de que se quedara en el banco durante un amistoso muy esperado en la ciudad financiera unos días antes.
El astro de 36 años no salió al campo durante un partido muy publicitado del Inter de Miami en Hong Kong el pasado domingo, dejando consternados a muchos aficionados que habían agotado las entradas y exigieron respuestas y reembolsos.
Aunque el entrenador del Inter Miami, Gerardo “Tata” Martino, declaró que Messi no estaba en condiciones de jugar en el amistoso en Hong Kong, el miércoles sí saltó al campo como suplente en el minuto 60 frente al Vissel Kobe.
El diario chino Global Times, controlado por el Estado, planteó preguntas sobre el trato diferencial a Hong Kong en su cobertura del incidente, sugiriendo que la ausencia de Messi en el partido generaba dudas sobre la integridad del equipo y del propio jugador.
La decepción entre los aficionados de China continental que viajaron largas distancias para ver a Messi en Hong Kong fue palpable, y algunos expresaron su frustración a través de las redes sociales y plataformas como Weibo.
Messi, por su parte, emitió disculpas a sus seguidores chinos en Weibo antes del partido del miércoles, atribuyendo su ausencia en Hong Kong a una lesión. Sin embargo, su participación en el partido en Japón tan solo tres días después provocó un mayor escrutinio y críticas.
El incidente ha suscitado interrogantes sobre la transparencia y la equidad en la gestión de eventos deportivos internacionales, y ha dejado a los organizadores y equipos involucrados en la mira de la opinión pública.
Mientras tanto, en Hong Kong, tanto funcionarios gubernamentales como legisladores y ciudadanos expresaron su decepción y frustración por el desaire percibido de Messi hacia la ciudad, y algunos advirtieron que este incidente podría tener repercusiones en futuros eventos deportivos en la región.
En resumen, el episodio ha avivado tensiones y resentimientos entre los aficionados y las autoridades locales, dejando abierta la pregunta sobre el impacto a largo plazo en la relación entre los equipos deportivos internacionales y el público en Hong Kong.
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