Microfeminismo: pequeños actos, grandes significados
En un reciente vídeo publicado en TikTok por Ashley Chaney, una productora cinematográfica estadounidense, se ha destacado la importancia de los gestos cotidianos cargados de significado que muchas mujeres realizan diariamente. Chaney, en su video viral, expone sus actos de microfeminismo, como colocar primero el nombre de las mujeres en un correo electrónico de trabajo o bañar un PowerPoint en rosa sin ser invitada a su presentación, con la intención de empoderar a otras mujeres y alentarlas a compartir sus propias experiencias.
Las reacciones al vídeo han sido masivas, convirtiendo este tema de anécdota en un fenómeno social. Las escenas descritas son a menudo cómicas, pero reveladoras. Por ejemplo, Anna, ejecutiva en una multinacional, explica cómo en las reuniones de trabajo siempre pide a un hombre que traiga lo que falta para comenzar, en lugar de pedírselo a una mujer. “Al principio, algunos hombres me miraban con extrañeza, pero ahora ya lo esperan”, comenta entre risas.
Otro ejemplo es el de Olga, que trabaja en una escuela infantil, y destaca cómo muchos padres desconocen el nombre de las profesoras. Cuando ve a un padre buscando a su hijo, a pesar de saber quién es, siempre pregunta por el nombre de la profesora. Por su parte, Marta, habituada a llegar la primera a las reuniones, aprovecha para subir su silla al máximo y mirar a los demás desde las alturas durante la reunión.
El microfeminismo, como contrapartida al micromachismo propuesto por el psiquiatra Luis Bonino Méndez, se centra en esas sutiles pero abundantes formas de machismo que pasan desapercibidas para muchos, pero que tienen un impacto significativo en la vida de las mujeres. Desde la falta de reconocimiento en el trabajo hasta la invisibilidad en situaciones sociales, el microfeminismo busca desafiar estas normas sociales arraigadas.
Manuela Romano, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, señala que el humor y la ironía son herramientas importantes en el discurso político y social, y pueden ser poderosas para transformar el mundo y desafiar los códigos sociales dominantes. Las nuevas tecnologías y las redes sociales han amplificado la difusión del feminismo, permitiendo que las mujeres compartan y divulguen temas que antes estaban silenciados.
Las redes sociales han sido fundamentales para organizar movimientos feministas, como el #MeToo, y para sensibilizar sobre temas como el feminicidio y la igualdad de género. A través de plataformas como TikTok, las mujeres pueden compartir sus experiencias y unirse en la lucha por la igualdad de género.
LEER: WhatsApp incorpora la transcripción de mensajes de voz para todos sus usuarios