Proyecto: la Autopista Presidente Perón bajo el ala del Gobierno Bonaerense

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires ha dado un paso crucial hacia la conclusión de la Autopista Presidente Perón mediante la creación de un consorcio de desarrollo. Esta iniciativa surge ante el abandono por parte del Estado nacional de las obras correspondientes y el creciente temor de que esta importante vía se convierta en un corredor asociado al narcotráfico.

A través del decreto 641, recién publicado en el Boletín Oficial bonaerense, la administración liderada por Axel Kicillof estableció el Consorcio de Gestión y Desarrollo de la Autopista Presidente Perón. Este ente estará compuesto por representantes provinciales y municipales de áreas vinculadas a la traza, como Berazategui, Ezeiza, Florencio Varela, Ituzaingó, La Matanza, Merlo, Presidente Perón y San Vicente.

La Autopista Presidente Perón, con una extensión aproximada de 106 kilómetros desde su intersección con el Camino del Buen Ayre hasta la Autovía 2, es un proyecto en curso. El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, señaló en una conferencia de prensa que, si bien se han completado 52 kilómetros, aún restan finalizar 6 kilómetros entre el Camino del Buen Ayre y Merlo, así como otros 25 kilómetros desde la ruta 210 en Guernica hasta la ruta 2.

Bianco enfatizó que estos tramos pendientes son responsabilidad del Gobierno nacional y que la administración actual no ha avanzado en su ejecución. Esta situación ha dejado a la autopista en un estado de abandono, sin iluminación, sin colectoras y carente de medidas de seguridad vial, convirtiéndola en un posible corredor para actividades ilícitas como el narcotráfico.

En respuesta, el consorcio recién formado tiene como primera tarea solicitar al Gobierno nacional la transferencia de la operación, mantenimiento y finalización de las obras a la Provincia. La preocupación principal radica en la seguridad, dado que actualmente no hay presencia de fuerzas federales ni ningún control efectivo en la vía. La intervención urgente es crucial para evitar que la Autopista Presidente Perón se convierta en un riesgo para la comunidad y un facilitador para actividades delictivas.