Una semana de contratiempos para el oficialismo y el riesgo de LLA
El oficialismo enfrenta una serie de derrotas legislativas que han marcado una semana negra en el Congreso. La reciente ofensiva de la oposición amenaza con profundizar la crisis en La Libertad Avanza, especialmente en torno a la ley de movilidad jubilatoria que el presidente Javier Milei pretende vetar.
El primer golpe al oficialismo llegó con la aprobación en la Cámara de Diputados de una ley de actualización presupuestaria para universidades públicas, que incluye un ajuste salarial automático para el personal docente y no docente. A pesar del firme respaldo del PRO, el proyecto, que causó descontento en el Ministerio de Economía liderado por Luis “Toto” Caputo, fue aprobado el jueves 15 de agosto gracias a una coalición entre kirchnerismo, radicalismo, Coalición Cívica y Encuentro Federal.
La segunda derrota significativa ocurrió cuando, el martes pasado, la interna oficialista permitió que el senador radical Martín Lousteau fuera designado presidente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia. El kirchnerismo, aprovechando la falta de consenso interno en el oficialismo, hizo un acuerdo con la UCR para posicionar a Lousteau, lo que resultó en un revés para Santiago Caputo y la vicepresidenta Victoria Villarruel, quienes habían intentado colocar a sus candidatos en el cargo.
El miércoles, la Cámara de Diputados rechazó el decreto 656 de ampliación presupuestaria para la SIDE, con 156 votos en contra, incluyendo un grupo significativo de votos del PRO respaldados por Mauricio Macri. Esta votación marcó una ruptura en la alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, señalando un distanciamiento entre Milei y Macri.
A esto se sumó el anuncio fallido de aumentos en las dietas de senadores, que debió ser retractado ante el escándalo. La resistencia a la candidatura de Ariel Lijo para la Corte también reflejó tensiones internas, con la vicepresidenta Villarruel mostrando sus reparos.
Finalmente, el proyecto aprobado en el Senado que modifica la fórmula de movilidad jubilatoria y la reciente controversia por la visita de diputados libertarios a represores presos en Ezeiza, que llevó a la expulsión de Lourdes Arrieta, han exacerbado la crisis. Arrieta, al enfrentarse a sus colegas y a la dirigencia, ha intensificado el conflicto interno, dejando a La Libertad Avanza en una situación aún más complicada.
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