Encuentro entre el Papa Francisco y la CGT: análisis de la situación argentina

El Papa Francisco recibió a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT) en una audiencia que tuvo lugar en Santa Bárbara. La comitiva sindical estuvo encabezada por Pablo Moyano, secretario adjunto de Camioneros, y Héctor Daer, representante del gremio de Sanidad. Durante el encuentro, que se extendió por más de una hora, los dirigentes compartieron con el Pontífice su análisis sobre el contexto político y socioeconómico de Argentina, haciendo especial énfasis en las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei.

El eje central de la reunión fue la preocupación por las reformas que impactan directamente en el sector laboral. Los líderes gremiales coincidieron con Francisco en la necesidad de defender la dignidad del trabajo y promover un diálogo constructivo entre los sindicatos, el gobierno y los empresarios, con el fin de buscar soluciones conjuntas a los desafíos actuales del país.

La comitiva que asistió a la audiencia estuvo conformada por Pablo Moyano (Camioneros), Héctor y Rodolfo Daer (Sanidad y Alimentación), Andrés Rodríguez (Estatales), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri, Cristian Jerónimo (Vidrio), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), y Alejandro Gramajo (UTEP), entre otros. Este grupo aprovechó la ocasión para destacar la unidad dentro de la CGT, incluyendo a representantes de la Economía Popular, como señaló Daer.

El Papa Francisco alentó a los sindicalistas a continuar defendiendo la justicia social y la dignificación del trabajo, pilares esenciales para el equilibrio de las sociedades modernas. Además, el Sumo Pontífice expresó su preocupación por los problemas globales, haciendo hincapié en la importancia de fortalecer los lazos familiares y educativos para evitar que los jóvenes caigan en redes como el narcotráfico.

Finalmente, Francisco manifestó su deseo de visitar Argentina, aunque indicó que su agenda internacional, que incluye el sínodo sobre sinodalidad en octubre y un viaje a Bélgica y Luxemburgo, podría posponer su regreso al país. Para los sindicalistas, esta declaración fue recibida con alegría y esperanza.