Ucrania prohíbe Telegram en dispositivos gubernamentales por riesgos de espionaje
Ucrania ha implementado este viernes una prohibición del uso de la aplicación de mensajería Telegram en dispositivos de funcionarios gubernamentales y del Ejército, en respuesta a preocupaciones sobre posibles acciones de espionaje por parte de Rusia. El Consejo de Seguridad Nacional y Defensa anunció las nuevas restricciones, aplicables a teléfonos de personal militar y trabajadores de sectores críticos, donde se intercambia información confidencial.
Según afirmaron los funcionarios, “el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa decidió prohibir la instalación de Telegram en aparatos de cargos del Gobierno, personal militar, funcionarios del ámbito de la seguridad y la defensa, y en empresas que manejan infraestructura crítica”, debido a que la plataforma se ha convertido en “una gran fuente de filtraciones de información”.
El Consejo alertó que “Telegram es muy fácil de piratear y es utilizado activamente por el enemigo para ciberataques, para la distribución de phishing y software maligno, y para establecer la geolocalización de usuarios, dirigir ataques con misiles”.
Esta medida se adoptó tras la presentación del jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budanov, quien expuso información que indicaba que los servicios rusos tienen acceso a los intercambios personales de los usuarios de Telegram, incluyendo mensajes borrados y datos personales. Budanov subrayó que “siempre estoy a favor de la libertad de expresión, pero con Telegram no se trata de un tema de libertad de expresión sino de seguridad nacional”.
A pesar de las restricciones, la aplicación continuará siendo accesible sin limitaciones para los ciudadanos y para aquellos funcionarios públicos encargados de comunicar eventos importantes.
Desde su creación por Pavel Durov en 2013, Telegram ha sido una herramienta popular en Ucrania para la difusión de información durante la guerra iniciada en 2022. Sin embargo, las autoridades han mantenido un monitoreo constante por el temor a posibles filtraciones. En marzo, el Ministerio de Defensa de Kiev ya había advertido que la aplicación representaba un “problema” para la seguridad nacional, impulsando incluso un proyecto de ley para regular plataformas de mensajería.
Expertos y activistas han señalado que el Kremlin ha utilizado Telegram para intensificar la persecución de opositores desde el inicio de la invasión. Muchos disidentes han notado que sus cuentas estaban siendo vigiladas o comprometidas. Según el periodista Darren Loucaides, “algunos activistas han descubierto que sus ‘chats secretos’ se comportan de forma extraña, sugiriendo que un tercero no deseado podría estar espiando”.
Un caso notable es el de Marina Matsapulina, una opositora de Putin que fue detenida tras la lectura de sus chats privados por parte de las autoridades. Ella advirtió sobre la falta de seguridad de la plataforma, instando a los usuarios a ser cautelosos: “Es posible que ya no sea el espacio seguro que todos creían que era”.
