Se estima que los jubilados necesitan más de $900.000 al mes para cubrir sus gastos esenciales
El costo de vida para los jubilados sigue aumentando de manera alarmante, con la canasta básica del sector alcanzando los $912.584, según un estudio realizado por la Defensoría de la Tercera Edad.
Para los adultos mayores, el dinero necesario para satisfacer sus necesidades esenciales es tres veces superior al haber mínimo, que en septiembre se sitúa en $234.540,23 (más un bono de $70.000). Esta situación impacta a aproximadamente cuatro millones y medio de jubilados que dependen de este ingreso básico.
En comparación con el año anterior, el valor de la canasta básica ha crecido de $313.185 en el pasado a $685.041 en abril y ahora llega a $912.584. Esto evidencia que en los últimos siete meses, el costo de vida para las personas mayores ha aumentado un 54,37%.
El análisis reveló que los mayores gastos se encuentran en las siguientes categorías: Alimentos, que representan el 26% del total de la canasta básica ($236.873), seguido de Vivienda con el 22% ($198.000) y Medicamentos con un 16% ($145.268).
- Alimentos: $236.873
- Limpieza: $101.443
- Medicamentos: $145.268
- Vivienda: $198.000
- Transporte: $55.000
- Vestimenta: $35.000
- Recreación: $58.000
- Servicios: $83.000
- Total: $912.584
Eugenio Semino, Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, señaló que esta es “una historia que se repite”, enfatizando que “los nuevos datos de la Canasta Básica de los Jubilados ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más el sector”.
Además, criticó las compensaciones mensuales proporcionadas por el Gobierno, argumentando que “el intento de mitigar el problema mediante el anuncio de bonos que son como monedas arrojadas a un pueblo hambriento no solamente son inútiles sino también contraproducentes”. Semino advirtió que “son parches que resaltan el agujero que quieren ocultar”.
Frente a esta realidad, Semino expresó que “no es que los jubilados sigan estando mal, es que están cada vez peor y no hay perspectivas de que la situación se revierta”, planteando que “son siete millones de jubilados y jubiladas, ¿cómo puede salir adelante un país cuyo Estado hunde directamente en la pobreza a más del diez por ciento de su población? La deuda sigue siendo con ellos”.
