Incertidumbre en Atanor: ¿Cuál es el futuro de la planta en San Nicolás?
A siete meses del cierre, los trabajadores de Atanor enfrentan una situación de incertidumbre tras despidos y suspensiones. La falta de definiciones sobre la reapertura de la planta y el informe del Ministerio de Ambiente agravan el conflicto laboral en la localidad bonaerense.
A casi siete meses del cierre de la planta de Atanor en San Nicolás, se intensifica el conflicto laboral entre la empresa y los trabajadores. La falta de una definición oficial sobre la posible reapertura de la planta y la serie de despidos generan un ambiente de desasosiego. La planta ha permanecido inactiva desde el 20 de marzo.
El Accidente y la Paralización
El accidente en el sector de síntesis de atrazina causó la paralización de la producción. La jueza Luciana Díaz Bancalari dictó una medida cautelar tras una denuncia de la ONG Asociación Civil Protección Ambiental del Río Paraná. Desde entonces, Atanor, que pertenece al Grupo Albaugh, espera un informe del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires que podría permitir reiniciar las operaciones. La demora en la entrega del informe ha complicado aún más el panorama. Las condiciones actuales sugieren que ninguna empresa puede sostener su estructura operativa y costos fijos durante tanto tiempo sin actividad. A esta problemática se suma la reducción de los aranceles de importación, que facilita la adquisición de productos desde el exterior.
Desvinculaciones y Suspensiones
En agosto, la empresa desvinculó a 14 operarios que trabajaban en el área afectada por el accidente. Anteriormente, nueve empleados optaron por el programa de retiros voluntarios. A finales de septiembre, se oficializaron otros 27 despidos.
La Reunión en el Ministerio de Trabajo
En una audiencia en la delegación local del Ministerio de Trabajo bonaerense, Atanor aseguró estar cumpliendo los pasos necesarios para obtener la habilitación de la planta. El sindicato busca que al menos algunos de los trabajadores desvinculados sean reincorporados si la Justicia permite la reactivación de la producción en el predio de la zona sur de San Nicolás.
Los representantes de la empresa solicitaron un nuevo cuarto intermedio para continuar evaluando la situación. Por su parte, los dirigentes gremiales manifestaron que, “no habiendo variado las circunstancias y sin posibilidad de conciliación, ratificamos nuestra postura anterior”. Este planteo se refiere a la solicitud de reincorporación de los trabajadores despedidos en caso de que la planta recupere su operatividad.
El delegado regional del Ministerio de Trabajo, Marcelo Herrera, convocó a ambas partes a un nuevo encuentro el 30 de octubre a las 9:30.
La Perspectiva de los Trabajadores
Ricardo García, secretario general de la seccional San Nicolás del SPIQyP, declaró: “Mientras no habiliten la planta, no tenemos la posibilidad de recuperar los puestos de nuestros compañeros despedidos. La situación se mantiene inalterada: seguimos esperando la reapertura de la planta”.
El sindicato había dejado claro en una audiencia anterior que, a pesar de no poder evitar los despidos, su voluntad es que los trabajadores desvinculados sean recontratados si se permite la reactivación de la planta.
La reapertura de Atanor no solo ofrecería oportunidades para los despedidos, sino que también podría mejorar la situación de otros empleados que permanecen suspendidos y que, durante los últimos meses, han recibido solo un porcentaje de sus salarios.
Expectativas ante la Reapertura
La comunidad de trabajadores de Atanor aguarda con ansiedad resoluciones oficiales sobre la posible reactivación de la planta y la recuperación de sus empleos. El futuro sigue siendo incierto, y muchos dependen de decisiones judiciales y administrativas.
Cronología del Incidente
La planta de Atanor, situada en la zona sur de San Nicolás, cuenta con varias líneas de producción, siendo la de atrazina la más problemática tanto para los vecinos como para las organizaciones ambientalistas.
La explosión del 20 de marzo generó una nube de polvo blanco que afectó a la comunidad, provocando la suspensión de clases y un alerta de Defensa Civil. Según Atanor, el incidente se debió a un aumento de presión en el proceso de síntesis química, lo que resultó en la ruptura de un reactor y un incendio controlado por los bomberos locales.
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