Tendencia a la baja en los precios de alimentos, pero el costo de vida sigue siendo alto, advierte Savore
El vicepresidente de la Federación Nacional de Almaceneros, Fernando Savore, afirmó que los precios de los alimentos han mostrado una “tendencia a la baja” en las últimas semanas, sin modificaciones importantes desde hace al menos dos meses. En una entrevista con Radio Splendid, Savore señaló: “Hace casi dos meses que los alimentos casi no tienen variación de precios. El precio de la mercadería tiene tendencia a la baja”.
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A pesar de esta desaceleración en los costos de los alimentos, Savore destacó que la situación económica general sigue siendo difícil para las familias argentinas, especialmente debido a los aumentos en servicios esenciales y otros gastos. “Evidentemente, el tema no es el cambio de la inflación en alimentos, sino el vivir el día a día para cualquier familia argentina”, aseguró.
El vicepresidente de la Federación también comentó que la tradición de adelantar las compras navideñas ya no es común, ya que los consumidores suelen esperar hasta la última semana para realizar sus compras, lo que podría estar relacionado con la espera del aguinaldo. Además, a pesar de la disponibilidad de canastas navideñas a precios accesibles, la expectativa de ventas es baja.
Por otro lado, Savore indicó que algunos empresarios intentaron ajustar los precios en diciembre y enero, anticipando un dólar de US$ 2.000, lo cual no se concretó, lo que resultó en una posterior baja en algunos productos.
Aunque las ventas parecen haberse recuperado parcialmente en octubre y noviembre, el comienzo de diciembre muestra una baja considerable en el sector. “En el inicio de este diciembre, está muy baja la venta en nuestro sector”, explicó Savore, quien también destacó la disparidad salarial, con un amplio sector informal cuyos ingresos rondan los $ 500.000, lo que dificulta aún más el poder adquisitivo de las familias.
En resumen, aunque se observa una leve mejora en los precios de los alimentos, la inflación en otros sectores y el costo general de vida siguen afectando la estabilidad económica de las familias argentinas.
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