SAN NICOLÁS

Conmovedor reencuentro de una trabajadora del hospital con su padre

Gabriela fue diagnosticada con covid trabajando intensamente en el sector de rayos del Hospital San Felipe. Estuvo internada, pasando malos momentos, pero ahora salió adelante y quiere contar su historia para concientizar. Se contagió los primeros días de octubre, la internaron el sábado 10 del mismo mes y estuvo en sala Covid hasta el 19.

Recibió oxigenoterapia durante seis días. En el servicio de Radiología se contagiaron en total 8 trabajadores de 14. Hoy, habría un 30% de trabajadores contagiados en todo el establecimiento sanitario. Su trabajo solo dentro de la guardia Covid (de 12 horas) lo realizaba tres veces por semana, atendiendo a más de 15 personas positivas en ese entonces.

“Quédate en tu casa todo lo que puedas, nosotros no podemos”, era la premisa que divulgaban los trabajadores del Hospital al comienzo de la cuarentena. Gabriela es Técnica Radióloga, trabaja en el San Felipe desde hace más de 10 años: “Quiero que la gente entienda que esto no está bueno. Como trabajadora de la salud siento la responsabilidad de informar que no es un virus como cualquier otro. Entiendo las aperturas necesarias para que la economía avance, pero me indigna ver gente sin barbijo, descreída, que no se cuida lo necesario. No tratemos de tontos a los que no se quieren juntar, porque en realidad están siendo los más responsables. Somos la segunda línea de atención después de los médicos”.

“Estamos estresados, cansados, trabajando en permanente estado de alerta todos los sectores del hospital. Hubo un momento en el cual yo también llegué a pensar: ‘Bueno, prefiero contagiarme y ya está’. Pero la realidad es que nunca imaginé que podía ser un virus tan dañino. Soy del porcentaje que la pasó muy mal. Al sexto día la fatiga no me dejaba ir siquiera al baño. Me diagnosticaron una neumonía bilateral con derrame y terminé internada. Ahí empezó lo peor. La falta de oxígeno es de las peores sensaciones que me tocó vivir, la tos, depender de una máscara de oxígeno, y la incertidumbre, fatal. La gente tiene que saber que pasar por esto no está bueno. Yo no tenía ningún tipo de enfermedad preexistente, hago ejercicio y me alimento bien, trabajo, soy una persona saludable. Te toca y te toca, por supuesto hay personas con síntomas leves, aparentemente todo depende de la carga viral que es una suerte de ruleta. No hay certezas. consideró. Me enoja mucho la gente que subestima la enfermedad, que no usa barbijo, que se junta sin necesidad alguna. No saben el agotamiento que estamos atravesando los trabajadores de la salud, incomparable con el agotamiento o la sensación de falta de libertad por no juntarte con tus amigos”.

Por su neumonía bilateral, le quedó un pulmón lesionado que le ocasiona muchísima molestia. “Tte sentís atontado, como que no estás lúcido del todo, es rara la sensación. Dentro de mi casa me siento bien, pero salir y hacer una compra o caminar me resulta muy molesto”, expresa. Volverá a trabajar dentro de diez días cuando se sienta mejor, y cumpliendo menos carga horaria, como refuerzo de guardia. No a todos les toca de la misma manera, algunos ni lo sienten, pero siento la responsabilidad de contar que tengo compañeros con secuelas neurológicas, con pérdidas de sensibilidad en las extremidades, hormigueos, nebulosas. Nos tenemos que seguir cuidado. Es importante entender eso. Desmejoré la caligrafía, las secuelas neurológicas las estoy sintiendo, pero la realidad es que a largo plazo no se sabe qué sucede. La incertidumbre es fatal”.

Luego de 8 meses de trabajo contínuo y aislamiento familiar, Gabriela logró ir a Rosario para poder abrazar a su familia. “Por una cuestión de seguridad no quise ir antes. Ahora que estoy en un período donde en teoría no contagio, los pude abrazar… fue el día más feliz del año. Hice todo responsablemente, no iba a arriesgar a mi familia. No estoy de acuerdo con gente que no tiene necesidad de juntarse, y lo hace. Más angustiante es estar solo en una habitación y no poder ver a tu familia. Apoyo a las mamás que salen con los chicos, es entendible. Pero las fiestas, las juntadas innecesarias, me dan mucha bronca, lo repito hasta el hartazgo. Y ahora también sumo las discusiones sin sentido sobre la vacuna, que ojalá llegue pronto. Entiendo a los laburantes, que tienen que abrir, a los que necesitan salir a dar una vuelta, pero por favor, sigamos siendo responsables”, finalizó.


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