¿Hay relación entre las copas menstruales y las infecciones vaginales?
Una ginecóloga y una comunicadora nos cuentan qué es la copita, cómo se usa, las ventajas y desventajas y si se trata de un producto seguro para nuestros cuerpos.
“Les quería contar que fue lo que me pasó”; con esa frase Paloma Giordano, la joven de 18 años e integrante de la Selección Argentina de esquí acuático, publicó un video desde el Sanatorio Mater Dei de La Plata, donde tuvo que ser operada tras sufrir una peritonitis.
Todo comenzó con dolor abdominal, “pensando que eran de ovarios”. Fue a la guardia para que le realicen estudios, y aunque sintió una mejoría al día siguiente tuvo que volver al hospital: “El dolor era inexplicable: no podía mover el cuerpo, no podía mover las piernas, no podía hacer nada del dolor que sentía”, relata.
Los médicos decidieron internarla para poder seguir el cuadro de cerca; le dieron suero, calmantes y antibióticos, y finalmente le dijeron que la tenían que operar por una peritonitis. “Esto es una bacteria que me entró en la vagina, se fue para arriba y para la trompa”, explicó y amplió a Infobae: “El diagnóstico fue una enfermedad pelviana inflamatoria con abscesos tubo-ováricos”.
Según afirmó la joven, hace tiempo que había decidido empezar a usar la copita: “Fue la mejor decisión que había tomado. Súper cómodo, práctico, era lo mejor que me había pasado”, decía. Sin embargo, explicó que junto a los médicos llegaron a la conclusión de que pudo ser la copita la que originó el cuadro de infección.
Horas después, Paloma agregó en sus stories de Instagram: “Me podría haber pasado por un OB, por una toallita, por un DIU, por otra cosa, que bueno, en mi caso fue con la copita porque fue lo único que usé. Yo no le quiero meter miedo a las chicas que lo usan ni nada por el estilo, sino que a las que lo usan que tengan todos los cuidados, que vean los síntomas que tienen cuando la usan, que si sienten algo raro lo hablen con un profesional”.
La noticia se viralizó rápidamente por las redes, y generó debates sobre la seguridad del producto. Vamos de a poco: ¿Qué es la copita menstrual? ¿cómo se usa? ¿qué relación tiene con las infecciones y cómo evitar que ocurran? ¿por qué hablar de este tema?
“La copa menstrual es como un vasito de material hipoalergénico, generalmente silicona, que se pliega y se introduce en la vagina con el fin de juntar el sangrado y no de absorberlo”, explica Carolina Zotta, comunicadora e integrante de la agrupación “Viva la Copita”, en diálogo con este medio.
Esa es la razón que la diferencia de otros productos de gestión menstrual, como tampones o toallitas: “Es una alternativa más dentro de las que tenemos para gestionar nuestro sangrado, que tiene foco en lo ecológico, en la salud y en el autoconocimiento”, continuó. Se fabrican con silicona médica o TPE (elastómero termoplástico) o látex, y existen diferentes marcas que varían en la forma, tamaño, flexibilidad, material, colores.
“En general la copa suele comunicarse y difundirse casi como una salvación, como una cosa mágica para solucionarnos las incomodidades que podemos tener durante el ciclo menstrual, y la realidad es que es un producto que es buenisimo y puede funcionar genial pero siempre y cuando se tengan los cuidados necesarios”, siguió.
Carla Torrisi Marconi es ginecóloga, obstetra y creadora de “Ginecofeminista”. Según cuenta a este medio, suele recibir diferentes consultas sobre la copita en el consultorio: “Hay una oferta importante pero también es un producto que es desconocido”, dice. Sin embargo, según advierte, “también existe mucha desinformación por parte de los profesionales que no conocen este tipo de productos de gestión menstrual”.
La ginecóloga explica que la infección vaginal es un proceso inflamatorio que puede surgir por patógenos endógenos y exógenos, es decir, microorganismos que viven en la vulva y en la vagina, y que pueden producir un cuadro de enfermedad pélvica inflamatoria. ¿Qué implica eso? “Es la consecuencia de una infección que comienza a veces en al vagina o en el cérvix y que asciende y que genera una infeccion intrauterina y que puede hacer foco en las trompas uterinas y generar una infección en la cavidad abdominal, es la consecuencia de una infección local que se disemina”, indica.
Ahora bien: ¿qué relación tiene esta enfermedad con el uso de la copita? La profesional citó el informe publicado en 2019 por The Lancet, la revista médica británica, que analizó 43 estudios con 3.300 mujeres y niñas que usaban productos de higiene menstrual diferentes. “No se asoció la incidencia de mayor infecciones, ni síndrome de shock tóxico ni ningún tipo de complicaciones que pueden estar vinculadas a los productos intravaginales más en un grupo que en el otro”, explicó la ginecóloga.
Luego siguió: “Lo que nos demuestran los productos y la ciencia sobre los productos de higiene menstrual sobre todo de la copa menstrual es que es un producto seguro, y que no está asociado de una forma más grave a infecciones, mientras esté acompañado de educación menstrual, de acceso a agua potable, de higiene de manos, de una buena calidad de los productos”.
En esta línea, Zotta coindice: “No existe ningún antecedente que relacione a la EPI con la copa menstrual; la enfermedad pélvica inflamatoria puede darse por el uso de tampones, de DIU, de juguetes sexuales, puede mismo la bacteria ser transmitida por los dedos, o sea no necesariamente la copa es el canal de ingreso de una batería al organismo”.
De todas formas, para reducir cualquier tipo de infección Zotta asegura que es clave la calidad del producto, buena higiene del producto, buena higiene de manos y buen uso de la copa.
¿Cómo se debe higienizar la copita? La profesional detalla el paso a paso a seguir para esterilizarla:
- Hervir entre 3 y 5 minutos cuando la vamos a comenzar a usar.
- Hervir antes de guardarla para que esté lo más limpia posible hasta el siguiente ciclo.
- Entre medio, cada vez que hay que quitarla para vaciarla, la enjuagamos con agua potable, y la volvemos a introducir.
- La copa no puede estar de corrido dentro del cuerpo más de 8 o 10 horas, más allá de que se haya o no llenado su capacidad.
Según una encuesta realizada por la marca Nosotras, el 62% de les entrevistades consideran que la salud de las personas menstruantes no se deben hablar abiertamente. Es que existe una invisibilización social, cultural e histórica de la menstruación, que es importante derrocar.
Es por eso que Zotta resalta la importancia de hablar del tema: “Es necesario brindar la mayor cantidad de información para transitar esto que nos pasa en el cuerpo y que nos va a acompañar un montón de años sin miedo, sin dudas y con espacios de escucha y acompañamiento; como hay tanto tabú y tanta vergüenza cuesta mucho poder hablar y poder bajar dudas sobre que es lo que está pasando con nuestro ciclo menstrual”, finaliza.
Fuente: Filo News
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