Falleció una maestra de escuela rural al caer en las montañas cuando iba a vacunarse contra covid
Pereció cuando hacía, a pie, un trayecto de seis horas de duración desde la escuela hasta el pueblo de Iruya. Su cuerpo fue hallado al día siguiente.
Una joven maestra de escuela rural en la provincia de Salta murió trágicamente cuando se dirigía a vacunarse contra el covid-19. Su cuerpo fue hallado después de haber sido reportada desaparecida cuando no llegó a su destino en el pueblo de Iruya, distante a unas 6 horas a pie desde la escuela.
La maestra Celeste de los Ríos, de 42 años y madre de un hijo, daba clases de educación física en la escuela 4236, “Fray Bartolomé de las Casas”, situada en el paraje Sala Esculla, departamento Iruya. Su muerte fue causada por una caída al vacío que le provocó traumatismo torácico abdominal y fractura cervical como causa del deceso, según las pericias.
El pasado jueves 27 de mayo, día que registró bajas temperaturas y fuertes vientos, Celeste emprendió a pie el trayecto hasta el pueblo, destino al que no llegó a la hora que se la esperaba. Informada por un poblador que Celeste no había llegado a Iruya, la directora de la escuela denunció la desaparición al día siguiente.
Según informó el diario local El Tribuno, la policía recorrió el peligroso camino, repleto de precipicios, de una zona ventosa. Los efectivos de Iruya hallaron el cuerpo sin vida de la docente casi veinticuatro horas después de que fuera vista por última vez.
La docente “tenía que recorrer sola senderos de cornisa, muy peligrosos, para llegar o bajar de la escuela que se encuentra en un lugar remoto de Iruya o buscar la ayuda de un baquiano, quienes según una fuente cobran entre 5 y 10 mil pesos el trayecto”, dijo el citado periódico.
En declaraciones a El Tribuno, la directora de la escuela explicó que los docentes deben caminar entre 5 y 6 horas para llegar a la escuela, que cuenta con 8 alumnos. Un camino transitable facilitaría la vida del establecimiento y sus miembros: “Eso hará que esta escuela deje de ser invisible, a quién corresponda le suplicamos un camino, para que lleguen las mejoras, las donaciones, todo”, dijo.
“Hay que hacer noche en un poblado que se llama Río Grande para salir muy temprano caminando hasta El Abra. Hay cornisa, lugares donde se forma hielo. En 2019 tuve un accidente porque se desprendió un bloque de hielo y me tiró para atrás y me quebré la muñeca. También hace 20 años, cuando me inicié acá, tuve un accidente al caer del caballo”, relató.
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