Tras el sobreseimiento, vuelve el Plan Qunita y ahora los kits serán fabricados por presos
El Ministerio de Salud promueva una nueva versión de la iniciativa lanzada en el segundo mandato Cristina Kirchner
El Gobierno publicó en el Boletín Oficial la adjudicación de 14.000 de cuna-moisés como parte del plan de los 1000 días, que ofrece acompañamiento y asistencia durante el embarazo y los primeros tres años de vida de niños y niñas. Las unidades serán realizadas por detenidos federales.
La iniciativa es una versión del programa Qunita, lanzado en el segundo mandato de Cristina Kirchner, y que había sido cancelado por Cambiemos en medio de una investigación judicial y denuncias sobre su peligrosidad. Sin embargo, en 2021 los funcionarios acusados fueron sobreseídos.
Ahora, se abre una nueva etapa. El contexto es el programa de los 1000 días que se aprobó en diciembre de 2020 junto a la ley de interrupción legal del embarazo. La medida busca, según información oficial, beneficiar a alrededor de 600.000 personas gestantes y 1,8 millones de niños y niñas.
A través de la resolución 175/22, el Ministerio de Salud adjudicó la realización de las 14.000 cunas-moisés por 277.200.000 pesos al Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario (Encope). Se trata una unidad estatal que promueve el trabajo de los “talleres de labortearapia para los internos alojados en jurisdicción de la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal”.
Según precisó el Ministerio de Salud, a cargo de Carla Vizzotti, los cunas-moisés y accesorios tienen la finalidad de “reducir las muertes infantiles domiciliarias y contribuir tanto a la salud física y mental, así como también al pleno desarrollo del lactante, en el marco de la Estrategia Nacional de Sueño Seguro del Lactante en virtud del “Plan 1000 días”.
Según se anunció el año pasado, se espera “la producción de 2000 kits por mes durante 3 meses, escalando luego mil kits por mes hasta llegar a 8000″. Así se desprende del acuerdo alcanzado entre la cartera sanitario y el Ministerio de Justicia, que tiene control sobre el Servicio Penitenciario.
Durante una visita al penal de Marcos Paz en noviembre del año pasado, la ministra Vizzotti y su par de Justicia, Martín Soria, indicaron que el resto del kit del Plan Sueño Seguro (colchón, sábanas, frazadas y ropa para bebe y mamá) se producirán en los talleres textiles del Complejo Penitenciario de Ezeiza.
“Esta iniciativa permite, por un lado, que los internos participen la reactivación del Plan Qunita, que el gobierno anterior y la Justicia desmantelaron. Pero además, aprenderán un oficio, generando más reinserción laboral y reduciendo la reincidencia. Es decir, estamos dando trabajo y, sobre todo, seguridad”, había considerado entonces el funcionario nacional.
Experiencia bonaerense
El Gobierno bonaerense había lanzado en agosto su propio programa Qunita destinado a mujeres y personas embarazadas titulares de la Asignación por Embarazo para la Protección Social, con cobertura pública exclusiva, que residan en la provincia de Buenos Aires y sus familias.
La iniciativa fue anunciada por Axel Kicillof junto a Cristina Kirchner y el entonces intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. La tarea está encomendada en el Sistema Penitenciario Bonaerense, en articulación con el programa “Más Trabajo, Menos Reincidencia” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia.
En plena campaña electoral, Cristina Kirchner destacó la medida. “Esta nueva edición es mejor que el plan Qunita que habíamos lanzado en 2015 porque cuenta con un adelanto sustancial que garantizará también los controles prenatales desde el primer trimestre”, sostuvo y resaltó “la intervención de internos e internas del Servicio Penitenciario con el fin de incorporarlos a un trabajo productivo y solidario”.
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