Una mujer de Santa Isabel llegó a cobrar hasta $180.000 por turnos y bendiciones del padre Ignacio
"Fue denunciada por gestionar bendiciones y turnos para ver al padre Ignacio a cambio de dinero", reveló un asistente del sacerdote
Una mujer oriunda de la localidad santafesina de Santa Isabel –situada a 164 kilómetros al sudoeste de Rosario– fue denunciada por “gestionar bendiciones y turnos para ver al padre Ignacio” Peries, de la Parroquia Natividad del Señor, en el barrio Rucci de Rosario, por los que “llegó a cobrar hasta 180 mil pesos”, según informó este domingo un colaborador del sacerdote oriundo de Ceilán, nacionalizado argentino.
Durante la misa matutina de este domingo, un asistente del padre Ignacio reveló en la lectura de los mensajes que “vamos a hablar de esto porque son cosas que se vienen repitiendo en los últimos tiempos. Hay una denuncia penal radicada en el Ministerio Público de la Acusación de Venado Tuerto contra una mujer de Santa Isabel, que se llama Luciana Vanesa –por ahora no vamos a decir su apellido–, que gestiona bendiciones y turnos con el padre, y que ha llegado a cobrar hasta 180 mil pesos”.
En medio de la sorpresa que esta revelación generó entre los numerosos parroquianos en la misa dominical, el colaborador del padre Ignacio advirtió que “es una persona que no es discípula del padre y que no está preparada para hacer este tipo de gestiones”.
“El cura está muy enojado por esta situación”
En este sentido, fuentes cercanas al padre Ignacio reportaron este domingo a La Capital que “el cura está muy enojado por esta situación que salió a la luz ahora, pero no sería la primera vez que suceden este tipo de maniobras con una utilización dolosa de su nombre”.
En esta línea, el portavoz cercano al sacerdote rosarino por adopción, confió que “por eso al cura no le gusta sacarse fotos con la gente que se lo pide porque después hay algunos que usan esas imágenes para decir que son discípulos o colaboradores de él. No sacarse esas fotos es una forma de tratar de evitar o, al menos, de reducir el margen para que algunas personas inescrupulosas realicen este tipo de estafas con la utilización dolosa de su nombre y de su tarea pastoral”.
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