7M: Por qué se celebra en Argentina el Día de la Visibilidad Lésbica
Un día como hoy del 2010 Natalia "Pepa" Gaitán moría en manos del padrastro de su novia. A 12 años de su femicidio la fecha se convirtió en un día de la lucha contra el lesbodio en la sociedad y la Justicia
Este 7 de marzo se celebra en Argentina el Día de la Visibilidad Lésbica en conmemoración del femicidio de Natalia “Pepa” Gaitán, una joven de 27 años asesinada de un escopetazo por Daniel Torres, el padrastro de su novia. Sucedió en Parque Liceo, un barrio de la periferia de la ciudad de Córdoba, un día como hoy del año 2010.
La Justicia condenó a Torres a 14 años de prisión por el delito de “homicidio simple” y no contempló al crimen como un caso de odio, motivado por la discriminación por razones de orientación sexual o identidad de género de la víctima. De hecho, en marzo del 2019, Torres recuperó la libertad.
A pesar de la negligencia en el tratamiento del caso, el femicidio de Pepa se convirtió en una bandera de la lucha por la igualdad y la visibilidad de las mujeres lesbianas en todo el país, un hito político para la memoria feminista contra el olvido y la promesa de una reescritura de la Justicia con perspectiva de género.
En el año 2012, la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires sancionó la Ley 4.577, que establece el 7 de marzo como el “Día de la Visibilidad Lésbica”. Cada 7 de marzo, a lo largo de toda la Argentina, se llevan a cabo actividades para repudiar el asesinato de “Pepa” Gaitán
A su vez, la fecha significa un llamado a la reflexión que tiene como finalidad lograr la construcción de sociedades más inclusivas en el país pero también en toda la región de América Latina y la protección de sus derechos humanos, sin discriminación.
El femicidio de Pepa
Natalia Gaitán, apodada por todos sus conocidos como “Pepa“, tenía 27 años y trabajaba como profesora de Educación Física en la ONG Lucía Pía. Estaba de novia con Dayana Sánchez.
Un 6 de marzo del 2010 cerca de las 19.30 horas Pepa fue interceptada por Daniel Torres, pareja de la madre de Sánchez, en la puerta de la casa que compartía hacía algunos meses junto a su novia en el barrio Parque Liceo, un área humilde de la periferia de la ciudad de Córdoba. El hombre ya la había amenazado de muerte en reiteradas oportunidades.
Allí Torres le disparó a la altura del hombro derecho con una escopeta calibre 16 de un solo caño, a una distancia de entre uno y cinco metros. Malherida, Pepa hizo unos pasos hacia atrás y cayó en la vereda, donde permaneció hasta que llegó una ambulancia y fue trasladada al Hospital de Urgencias.
A las 2.25 del día siguiente murió. La autopsia señaló que fue por la herida de arma de fuego en su tórax y axila. La Cámara Séptima del Crimen resolvió que fue un “homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego” y le impuso a Torres la pena de 14 años de prisión.
Graciela Vázquez, madre de Pepa, repetirá hasta el último día de su vida que fue asesinada por lesbiana. Sin embargo, la Justicia cordobesa no quiso nombrar a la violencia de género en la condena y decidió no agravar el homicidio. Aún así Pepa se convirtió en un símbolo de lucha y visibilidad del lesbodio en la sociedad.
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