Covid-19: China ordena el confinamiento en dos fases de Shanghái
Se trata de la mayor cuarentena en dos años de pandemia; 26 millones de personas permanecerán aisladas durante nueve días.
En el marco de su estricta política de “cero contagio”, China inició hoy un confinamiento en la ciudad de Shanghái. La capital financiera del gigante asiático -y la más grande del país-, con 26 millones de habitantes, ingresa en una estricta cuarentena de dos fases tras detectar 50 nuevos casos locales y 10 importados, así como 3.454 contagiados asintomáticos.
El distrito financiero Pudong de Shanghái y áreas cercanas se encontrarán bajo confinamiento hasta el viernes mientras se aplican pruebas diagnósticas en toda la ciudad, informó el gobierno local. En una segunda etapa, que comenzará precisamente el viernes, la enorme área al oeste del río Huangpu, que atraviesa la ciudad, iniciará su propio confinamiento de cinco días.
Se trata del confinamiento más extenso desde el de la ciudad de Wuhan, donde se detectó por primera vez el virus a finales de 2019, donde 11 millones de personas permanecieron aisladas durante 76 días.
Durante el confinamiento se realizarán dos rondas de pruebas masivas por distritos para detectar la infección a los dos lados del río Huangpu que divide a la ciudad.
Los túneles y puentes que conectan a las dos partes de la ciudad estarán cerrados y tampoco funcionará el transporte público. Los trenes no se detendrán en las estaciones ferroviarias de Shanghái.
Durante marzo, China registró más de 56.000 infecciones.
Para afrontar el mayor brote en dos años, el país mantiene su político de “cero contagio”.
Para llevarla adelante, es necesario realizar confinamientos y pruebas masivas, y los contactos estrechos suelen ser puestos en cuarentena en sus casas o en una instalación gubernamental. A veces, la estrategia implica el cierre total de grandes ciudades.
Si bien las autoridades han fomentado la adopción de medidas más selectivas, los funcionarios locales tienden a adoptar una estrategia más extrema por temor a ser despedidos o castigados por las acusaciones de no haber evitado los brotes.
Las compañías y las oficinas volverán a trabajar de forma remota, solo seguirán funcionando con normalidad las instituciones esenciales, así como el servicio de entregas a domicilio y las agencias sanitarias implicadas en las jornadas de pruebas masivas de coronavirus.
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