Implantes mamarios: cada vez más mujeres piden retirarlos
Desde la década del 60 hasta 2021 se hicieron en el mundo más de un millón de implantes de siliconas, según estimaciones científicas. Aunque los materiales con que se hacen las prótesis no han dejado de mejorar, los geles de silicona todavía pueden generar efectos adversos en algunas personas. Desde enrojecimiento y dolor, hasta enfermedades más serias. Entre los problemas que causan los implantes de siliconas y causan más preocupación hoy en las redes sociales figura el Síndrome Autoinmune inducido por Adyuvantes, conocido por sus siglas en inglés ”ASIA”.
El ASIA es un conjunto de trastornos de tipo reumatológico que se asocia a la colocación de implantes de silicona (u otros compuestos) en las mamas con propósitos cosméticos o reparadores (después de cirugías oncológicas). El ASIA incluye enfermedades raras, como el síndrome de Sjörnen, la esclerodermia sistémica, la artritis reumatoidea y la sarcoidosis. Sin embargo, muchas mujeres se quejan de 2 o más de los siguientes síntomas inespecíficos, pero de aparición frecuente:
- Fatiga intensa
- Dolor de articulaciones o músculos
- Problemas cognitivos
- Boca y ojos secos
- Fiebre
- Ganglios inflamados
- Debilidad muscular
- Caída del pelo
Inflamación por implantes mamarios
Las pacientes con enfermedad de implantes mamarios (BII, por sus siglas en inglés) o ASIA, suelen experimentar respuestas inflamatorias alrededor del implante. En análisis de sangre, suelen aparecer anticuerpos característicos de autoinmunidad, es decir, células defensivas que atacan a los propios tejidos del organismo. Más del 30% de los pacientes con BII o ASIA presentan síndrome de Reynaud (dedos fríos y adormecidos por falta de irrigación sanguínea). Por otra parte, hasta el 40% puede tener problemas neurológicos que se asemejan a un ACV o la esclerosis múltiple, según una reciente revisión de estudios científicos.
Cuando la enfermedad está causada por el cuerpo extraño y se remueven las prótesis, los síntomas graves desaparecen, especialmente si se extraen antes de los 10 años. Pero, en unos pocos casos, es preciso implementar distintos tipos de tratamientos, desde corticoides hasta inmunosupresores. En muchos otros casos, los médicos concluyen que la culpa de los síntomas que denuncian las pacientes no es de las prótesis. Aunque se extraigan los implantes, entonces los síntomas -náuseas, vómitos, dolores- continúan.
Controversias
“Los implantes de siliconas cumplen 60 años y es el dispositivo médico que más controversias recibió en la historia”, reflexiona Jorge Pedro, cirujano plástico y reparador del Hospital de Clínicas de Buenos Aires. “Eso hizo que estuvieran en revisión durante muchos años y se mejoraran tanto en la textura como en la no migración de la silicona, si se llegara a romper el implante”.
Entre 1991 y 2005, la Oficina de Drogas y Alimentos (FDA) de Estados Unidos suspendió el uso de implantes y decidió estudiarlos en detalle. No se probó que produjeran cáncer ni enfermedades reumatológicas. Lo que sí se descubrieron fueron unos pocos casos de linfomas en la cápsula mamaria.
De los aproximadamente 600.000 implantes mamarios en la Argentina, hasta ahora sólo se registraron 15 linfomas, según informa Pedro, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica y Reparadora (SACPER).
Respecto a la polémica por el síndrome de ASIA, tres sociedades médicas argentinas (SACPER,SAM y SAR) elaboraron en forma conjunta un documento. El documento despeja dudas y subraya la importancia de que las mujeres consulten con especialistas en cirugía plástica o mastología ante síntomas preocupantes.
Por su parte, Jorge Pedro aconseja estudiar a las mujeres con antecedentes de enfermedades reumáticas o autoinmunes, lupus o Reynaud que quieren hacerse un implante. Sólo después de tener los resultados de biomarcadores autoinmunes y descartar el riesgo, indica la colocación de una prótesis mamaria.
Los reumatólogos son más propensos que los cirujanos plásticos a reconocer la existencia del síndrome ASIA, señala el reumatólogo Jan Cohen Tervaert, especialista en enfermedades autoinmunes de la Universidad de Alberta. Los cirujanos plásticos, en cambio, suelen atribuir las quejas de las pacientes a causas psicológicas, señala el profesor canadiense.
Síntomas inespecíficos
“Hay un creciente grupo de pacientes en la Argentina que mantienen una actitud fundamentalista en contra de las prótesis, que piden que se las saquen”, apunta Pedro. “Hemos estudiado centenares de casos y, si nos lo piden, les retiramos las prótesis. Pero lo cierto es que no hemos encontrado enfermedades reumáticas y generalmente los síntomas continúan después del explante.”
El cirujano plástico argentino sostiene que no existe en forma fehaciente una enfermedad producida por las siliconas, directamente relacionada con la prótesis. Lo que sí existe es un conjunto de síntomas inespecíficos que coincide con la colocación de los implantes y que puede dar resultado al sacárselos.
“Pero en la gran mayoría de los casos no encontramos mejoría al removerlos”, asegura Pedro.
Entre el 5 y el 15% de las pacientes presentan complicaciones a los 5 o 10 años de un implante (por encapsulamiento, ruptura) o necesitan un recambio de los implantes (por cambio de peso o caída de mamas). La mayoría vuelven a ponerse otra prótesis, pero cada vez más mujeres piden sacárselas sin más.
“Se colocan unas 60.000 prótesis mamarias por año en la Argentina. En Estados Unidos y aquí, aunque los implantes siguen siendo una de las 5 cirugías plásticas principales, existe un número creciente de pacientes que piden la explantación”, refiere el cirujano de la UBA.
“Tratamos de aconsejar médicamente a las pacientes en todos los casos: si es necesario, si un reumatólogo lo aconseja, se extraen las prótesis, pero las pacientes tienen que saber que la mayoría de las veces no es necesario y las cirugías de remoción pueden no quedar estéticamente bien”, concluye Pedro.
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