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Bebidas energizantes: ¿cuál es el límite?

Las bebidas energizantes son cada vez más populares. Pocos consumidores conocen cuál es la dosis segura estas «drinks».  Tienen alto contenido en compuestos estimulantes y no sólo se consumen para ir al gimnasio. Es la bebida preferida de estudiantes antes de los exámenes y de oficinistas que durmieron poco.

La bebida que viene en latitas coloridas no es inocua. Su consumo excesivo puede traer riesgos para la salud, especialmente en personas con problemas cardíacos subyacentes.

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Cafeína: cuál es el límite

El contenido más importante de las bebidas energizantes es la cafeína. Actúa como un estimulante en el organismo, mejorando la atención y generando una sensación de alerta, como el café. La cuestión es que las “energy drinks”, como se conoce a estas bebidas, contienen mucha más cafeína que un cafecito de bar (40 mg de cafeína). Y los límites de seguridad sanitaria se traspasan rápidamente.

Cada lata suele tener entre 100 y 300 mg de cafeína. Según la Oficina de Drogas y Alimentos (FDA) de los Estados Unidos, el límite diario para una persona adulta son 400 mg. Entonces, hay que tener en cuenta que dos latas pueden llevar a sobrepasar la dosis segura diaria de las bebidas energizantes. La consecuencia puede manifestarse en forma de palpitaciones, irritabilidad, insomnio y hasta ataques de pánico.

Además de cafeína, las bebidas energizantes contienen azúcar o edulcorantes artificiales en altas dosis. Esto puede contribuir a desarrollar trastornos metabólicos y sobrepeso. Una lata de energy drink puede contener todo el azúcar que se recomienda diariamente para una dieta saludable. Ciertas bebidas energizantes contienen también vitaminas, minerales, aminoácidos y derivados de hierbas, como el ginseng y la guaraná. Todos estos compuestos pueden resultar beneficiosos o tóxicos en los adultos, dependiendo de la dosis.

No hay dosis segura para niños

Para los niños, no hay ninguna dosis segura, según la FDA norteamericana. Entre los 12 y los 18 años, la Academia Norteamericana de Pediatría pone el límite de cafeína total en los 100 mg diarios. Por su parte, la agencia europea de seguridad alimentaria sugiere una dosis de cafeína máxima de 3 mg por kg de peso.

Riesgos asociados y la combinación con el alcohol

Las bebidas energizantes son muy populares entre los adolescentes, que pueden comprarlas en kioskos y supermercados sin límites. El mercado mundial ascendió en 2019 a 57.000 millones de dólares y continúa en ascenso, señalan los especialistas en marketing. Cadenas de café, como Starbucks, ya ofrecen versiones “energizantes” de sus cafés, mientras que la clásica bebida para recuperarse después de un entrenamiento atlético intensivo, el Gatorade, lanzó este año una bebida que pretende competir con el Red Bull.

Si bien estas bebidas se promocionan para mejorar el rendimiento físico y mental, también pueden tener efectos adversos sobre la salud. Distintos estudios las asociaron con un pequeño riesgo de padecer gota, cirrosis, Parkinson y hasta Alzheimer. Pero la mayor preocupación reside en el corazón.

El consumo de bebidas energizantes, generalmente en combinación con alcohol, ha generado varios casos de angina de pecho, un dolor fuerte que habitualmente es consecuencia de la contracción de los vasos sanguíneos que irrigan el corazón y la falta de llegada de sangre al músculo cardíaco. Las bebidas energizantes también se han asociado con trastornos en la conducción eléctrica cardíaca, con la consecuente producción de distinto tipo de arritmias.

La ingesta frecuente de bebidas energizantes puede generar dependencia y promover un consumo cada vez mayor de cafeína. El consumo excesivo puede llevar a padecer dolores de cabeza e hipertensión. Un pequeño ensayo clínico con niños y adolescentes alemanes, publicado recientemente en Frontiers in Cardiovascular Medicine, mostró que el consumo de bebidas energizantes provoca rápidamente un aumento de la presión arterial sistólica y diastólica (máxima y mínima), así como también un incremento de la frecuencia cardíaca.

Bebidas energizantes en adolescentes

Expertos británicos estudiaron los efectos de bebidas energizantes en jóvenes. Hasta un 30% consumía este producto una vez por semana. La ingesta durante 5 días a la semana o más se asoció con problemas de salud que iban desde dolores de panza y alteraciones del sueño hasta trastornos cardiovasculares y renales, además de cambios en el comportamiento asociado a consumo de alcohol y tabaco, según publicaron en el British Medical Journal.

Los pediatras están preocupados por el creciente consumo de bebidas energizantes en los menores de 18 años, estimulada por mensajes que alientan el rendimiento deportivo y la concentración mental. Se estima que en la Argentina los chicos comienzan a beber estas latas al terminar la escuela primaria porque son de venta libre y los padres no tienen conciencia de que puede generarles riesgos. De hecho, la ANMAT las considera suplementos dietarios.

Una encuesta realizada en la Argentina por estudiantes de Nutrición de la Fundación Barceló en personas de 18 a 40 años mostró en 2013 que la mayoría de los consumidores de bebidas energizantes (59%) las mezclaban con alcohol y no las usaban con propósitos deportivos. Aunque la mayoría de los expertos sostienen que el consumo ocasional de una energy drink no es peligroso, insisten en subrayar que no todos los individuos responden igual al consumo de estimulantes. Los cardiólogos recomiendan que las personas que tienen extrasístoles o antecedentes familiares de arritmias o muerte súbita no consuman energy drinks sin consultar al médico.

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